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Reglas de etiqueta para pagar la cuenta en el antro o el bar

Reglas de etiqueta para pagar la cuenta en el antro o el bar

Todo es fiesta y diversión hasta que toca sacar la cartera, ¡no pierdas el estilo! 

30/11/2018 | Autor: Mairem Del Río
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Hay cosas que nadie nos enseña, hasta que las aprendemos a punta de vergüenzas y malos entendidos. Una de ellas es la forma correcta de pagar la cuenta en el antro. ¿Se divide en partes iguales o cada quien lo suyo? ¿Quién paga la botana que compartieron todos? ¿Y la propina? ¡Es toda una ciencia! Por eso, aquí van unas reglas de etiqueta para que no pases un mal momento a la hora de sacar la cartera. 

Cuando sales de fiesta con un grupo de personas es muy común que al pagar la cuenta se arme un lío. Algunos van con presupuesto limitado y otros gastan como si fueran las Kardashian, unos casi no beben y otros se toman hasta el agua de los floreros.

 

En ese escenario es complicado saber quién pidió qué y, por tanto, cuánto les toca pagar. Si a eso le sumamos que a veces nos da penita parecer tacañas o reconocer que estamos haciendo milagros para que nos dure la quincena, es la receta perfecta para un desastre. 

Estas situaciones pueden dañar nuestras finanzas, reputación y hasta relaciones personales. Para que la próxima vez salgas bien librada, toma nota de las siguientes reglas: 

1. Dividir la cuenta en partes iguales es la peor idea

Este es un clásico de quienes no traen mucho dinero y quieren que les inviten la juerga, o bien, de quienes tienen prisa por pagar, no se quieren complicar la vida y les vale el sentido de justicia. Es lo peor que pueden hacer porque siempre hay alguien que solo se tomó una cerveza y otro que pidió un montón de tragos caros. Obviamente es injusto que unos le paguen la “peda” y hasta la cena a los otros. Esto solo aplica si todos bebieron más o menos lo mismo y están de acuerdo en pagar así, de lo contrario ni lo intenten.

2. Queden de acuerdo antes de empezar a beber

Si vas con amigos de confianza deben decidir desde antes cómo van a pagar. Un casual “¿cada quién lo suyo, no?” o “¿cuentas separadas, verdad?” funcionará para tocar el tema y zanjar el problema antes de que pierdan la conciencia (y el estilo).

3. El que pide, paga

Por supuesto, si alguien propone invitar una botella, una ronda de tragos o de botanas, esa persona tiene que pagar, no hay de otra. También aplica cuando alguien pide algo para ti sin que tú se lo solicitaras. Otra buena fórmula es que cada quien pague sus tragos, y que las botanas sí se dividan entre todos. 

4. Nombren a un “contador designado”

Todos tenemos un amigo que solo va a las fiestas para divertirse sin beber demasiado, y que además es buenísimo para las matemáticas. Este amigo podría ser el comisionado de checar qué piden y al final hará la cuenta para todos, ¡con propina incluida!

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5. Si vas con bajo presupuesto paga lo tuyo y retírate temprano

Por lo general, quienes se quedan hasta el final terminan pagando lo que a los otros “se les olvidó”, y siempre falta para la propina. Por eso, si tu presupuesto es limitado, entonces haz la cuenta de lo que consumiste, agrega entre el 10% y el 15% de propina y déjale el dinero a quien sepas que se quedará hasta el último (si es un cumpleaños sería al festejado, por ejemplo). La otra es pagar directo en la caja y darle el ticket a la misma persona. 

6. Si vas con compañeros de trabajo…

Aquí la cosa se complica, pues si vas con jefes hay dos opciones. La primera es que estén conscientes de que ganan más que tú, se pongan espléndidos y les inviten parte de la juerga (¡o toda!). La otra es que crean que tu triste sueldo alcanza para que les sigas el paso y te embarquen con una cuentota que incluye botellas caras y comida excéntrica. Por cierto, a éstos últimos les encanta hacer lo que vimos en el punto 1. Para salir bien librado, aplica el consejo del punto 5 o resígnate a pagar lo que sea con tal de mantener tu estatus, dignidad y pose.

7. Si es un cumpleaños…  

Lo correcto sería que el cumpleañero no pagara nada y que se dividieran su cuenta entre todos. Claro que si la mayoría está en una situación económica complicada, lo más probable es que el propio cumpleañero se ofrezca a pagar lo suyo o incluso un poco más.

Mira también: 6 sencillas maneras de ahorrar dinero en tus 20’s

Por supuesto, la mejor forma de quedar bien siempre es que tú seas esa persona espléndida que grita “¡yo invito!” a la menor provocación. Si estás en posibilidad de hacerlo, ni lo dudes, ¡serás la estrella de la fiesta! 

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