VEINTITANTOS

El VPH es un virus asintomático, es decir, que no registra síntomas o señales de su presencia (no se detecta porque tengas flujo o dolor), muchas mujeres se darán cuenta que lo tienen hasta después de un Papanicolaou con un resultado anormal. De ahí la importancia de realizarse esta prueba regularmente, al menos una vez al año, ya que es el tiempo aproximado en el que el cuello del útero presentaría cambios anormales.

Exámenes médicos
Al realizártelos, el especialista determinará si hay una infección por VPH. Lo ideal es hacerlos en el siguiente orden:
 

Papanicolaou. Consiste en tomar una muestra de las células del cuello uterino para analizarlas y determinar si hay una alteración por VPH en las mismas. Esta prueba informará que las células de cuello uterino son:

• Normales

• Anormales

  • Cambios celulares menores, posiblemente no cancerosos

  • Cambios celulares menores

  • Cambios celulares moderados

  • Cambios celulares graves

• Posiblemente cancerosas

Tampoco te asustes, es común que un Papanicolaou arroje un resultado anormal, sin embargo, NO SIGNIFICA QUE TENGAS CÁNCER, de igual manera si te detectan VPH, NO QUIERE DECIR QUE TENGAS CÁNCER. Lo más recomendable es hacer esta prueba una vez al año o cada seis meses si anteriormente detectaron la presencia del virus en tu organismo.

 

Colposcopia. En el caso de que el Papanicolau arroje un resultado anormal, entonces tu doctor te recomendará realizarte una colposcopia, una minuciosa visualización de la vagina y el cuello del útero por medio de una cámara para determinar de qué lesión se trata, su localización y su grado de severidad, así como el tratamiento o los pasos a seguir.

Biopsia. Aquí de lo que se trata es de retirar un segmento del tejido dañado o anormal, para enviarlo al patólogo. Este paso comúnmente es el tercero, lo primero que un médico hará será revisar vulva, vagina y cerviz, mandará a hacer un Papanicolaou, luego una colposcopia y de acuerdo a las lesiones tomará una biopsia. Estos tres estudios son complementarios.

Captura de híbridos de VPH. Se trata de un exudado vaginal (muestra de moco cervical) que se realiza en la zona genital para reconocer el tipo de VPH del que se es portador, es decir, su serotipo. De hecho, es la prueba más certera que existe para determinar si existe VPH en nuestro organismo, qué serotipo es, así como cuál es la probabilidad de que el tipo de VPH que tenemos desarrolle o degenere en cáncer cervicouterino. La muestra la toma el ginecólogo y la manda a analizar a un  laboratorio especializado. Después de los 30 años se recomienda hacérsela cada 3 o 5 años. Esta prueba no estaba disponible hace 4 años, por lo que no se podía determinar el serotipo del VPH, lo que complicaba mucho su tratamiento.

NOTA: Hay especialistas que sugieren que el Papanicolaou debería ser sustituido por la captura de híbridos, porque no son lo mismo, ya que el Papanicolaou no arroja resultados tan completos como los de este estudio, sin embargo, en su favor, otros expertos, argumentan que el Papanicolaou es la prueba que está más al alcance de toda mujer.

La prueba para detectarlo en él, es peneoscopia o uretroscopia. Pese a que algunos doctores son de la idea de no realizar una prueba para detectar VPH en el hombre –porque de hecho no está diseñada específicamente para ese fin-, otras autoridades en la materia recomiendan que sí se debe realizar el diagnóstico en ellos, pues de haber una lesión en el hombre, éste podría volver a infectar a su pareja. Hay muy pobres resultados, de 10 hombres no se puede demostrar en más de 2, pero si puedes poner en tratamiento a ésos es un avance. Y se trata de un procedimiento muy parecido a la colposcopia, y consiste en introducir un zonda en la uretra y la revisión del tejido del pene. 

 

 

Y tú puedes descubrir si tienes del tipo de bajo riesgo si notas:

En genitales. La presencia de condilomas (protuberancias conocidas como verrugas genitales) cuya apariencia varía en mujeres y hombres:

·         En la mujer. Son blandas, de color gris o rosa y suelen encontrarse en racimos. Las zonas más afectadas son la vulva, la pared vaginal, el cuello uterino, la piel de alrededor de la zona genital (perineo) y el ano.

·         En el hombre. Son blandas. En el pene suelen ser lisas y papulares (lesiones pequeñas, de menos de un centímetro de diámetro, como una especie de barrito o granito que en su interior tiene agua o líquido purulento). Mientras que las del perineo asemejan a una coliflor. A menudo, aparecen primero en el prepucio (tejido que cubre el pene) y el glande, y luego en el escroto (piel externa de los testículos) y la región perianal. Éstas son muy comunes en los sitios de fricción o contacto durante el acto sexual, de tal manera que la zona de riesgo para ellos es la cabeza o punta del pene, aunque también pueden presentarse en el ano. Por eso, chicas, siempre tengan la precaución de ver el pene de su compañero sexual, de verdad, se trata de cuidar su salud, que no les de pena.

En la garganta (por contagio oral). Se registra la papilomatosis respiratoria recurrente causada por el VPH del tipo 6 y 11, es decir, de bajo riesgo, ocasionando verrugas en el tracto respiratorio y la laringe. Pero ojo, el hecho de tener VPH por contagio oral no quiere decir que se desarrollen verrugas en en la boca, ni los labios. Uno de los síntomas de la papilomatosis es que la persona desarrolla ronquera o irritación en la garganta.