VEINTITANTOS

Las personas siempre buscamos ser mejores y queremos ser el centro de atención casi siempre. La competencia siempre es buena, ya que nos impulsa a alcanzar nuestras metas y a superarnos a nosotras mismas, sin embargo, cuando se trata de competir con tu mejor amiga empiezan los problemas.

Aunque está bien querer llegar alto, no está bien hacerlo a costa del sufrimiento de otras personas y tampoco está bien estarse comparando ¡y menos con una amiga!  Si sientes que esto está pasándote, ¡checa estos consejos!

Haz las paces sin que se dé cuenta:
Antes que nada, mentalízate a hacer las paces con  ella en tu cabeza. Quizás no necesites decirle nada, con tu actitud demostrarás que eres más madura y que la comparación no te interesa. Si ella te impulsa a competir, sólo actúa como si no estuvieras interesada.

Habla con ella:
Si de plano las cosas están fatales, habla con ella y explícale cómo te sientes. Dile que su amistad es más importante que superarse la una a la otra y que te gustaría que las dos estuvieran contentas y se sintieran felices por los logros que cada una ha alcanzado.

Enfoca tus energías a otro lado:
En vez de enfocarte tanto en competir, ¿por qué no buscar nuevos retos y aventuras? Un viaje increíble, una clase de yoga o una tarde cocinando puede hacer que te olvides de este problema y saques provecho de la situación.

Cambia de ambiente un rato:
Si ya no soportas a tu amiga, quizás sea hora de alejarte tantito de ella. No decimos que para siempre, pero trata de no verla unas cuantas semanas para que las emociones se enfríen y puedan volver a ser amigas como antes.

Si de verdad ya no puedes…
Si sientes que ya llegaste al límite, es mejor que te alejes para siempre. Hay veces que las personas te quitan toda la energía positiva y sólo te dejan cosas malas. Aléjate y busca nuevas amistades, puede que te reencuentres con ella más adelante y se conviertan en amigas nuevamente, pero deja que pase por lo menos un año para eliminar toda esa mala vibra.