VEINTITANTOS

Marisa Carroll y Liam Lowery son, a todas luces, una pareja enamorada común y corriente, como tantas otras. Pero detrás de las apariencias se esconde una lucha de transformaciones, aceptación y amor. 

La pareja se conoció en una cafetería en el Bronx, en Nueva York, hace tres años. Instantáneamente, hubo mucho química entre ellos. 

Durante la conversación, Liam le confesó que en realidad era transgénero, que había nacido mujer pero, en el fondo, siempre había sabido que él era hombre.

Al principio, esta noticia causó mucha confusión en Marissa, pero no tardó en aceptarlo y decirle que todo estaba bien, que ella no tenía inconveniente. Ella pensaba que el que él fuera 'trans' no impediría una amistad entre los dos.

Aún así, ella seguía sintiéndose atraída hacia él.

 

 

Liam y Marisa salieron una vez, sin mayores complicaciones, a tomar un café, pero no fue sino hasta la segunda ocasión en que se vieron que el romance se dio. 

 

 

Para la joven fue muy difícil comunicarle esta decisión a su familia y amigos. Sentía que podrían juzgarla o decirle que estaba teniendo problemas de identidad. Y la realidad era que ella jamás había tenido inclinaciones amorosas hacia el mismo sexo. 

 

"Al principio no quería decirle a nadie. El hecho de que me hubiera enamorado perdidamente de Liam era demasiado grande para manejarlo. ¿Su identidad trans iba a ser motivo de preguntas invasivas?", redactó Marisa en una carta para la revista Marie Claire.

Sorpresivamente, recibió mucho apoyo de ambas partes.

 

La época más fuerte para estos dos amantes fue cuando Liam se sometió a un tratamiento hormonal y comenzó a tener cambios muy drásticos. Empero, Marisa se quedó al pie del cañón y lo apoyó en todo.

Pasado algún tiempo, él le pidió matrimonio.

Ahora, Liam y Marisa tienen una vida feliz, con mucho amor y muchos planes a futuro.

 

 

 

LD