¡Ver fotos de comida también engorda! Aquí la razón
Así que ya debemos abandonar el foodporn.
¿Creías que estabas a salvo de las calorías que contienen esos deliciosos alimentos que invaden tus redes sociales? Pues todo indica que las fotos de comida también nos hacen engordar.
Según un artículo publicado en la revista Brain and Cognition por investigadores del Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Oxford, el solo hecho de ver fotos de platillos puede hacernos ganar peso, ya que esto tiene consecuencias a nivel cerebral y se convierten en un factor de riesgo porque condiciona nuestro comportamiento posterior.
“Revisamos la literatura científica sobre neurociencia cognitiva que demuestra el profundo efecto que el hecho de ver imágenes de ese tipo puede tener sobre la actividad neuronal, las respuesta fisiológica y psicológica, y la atención visual, especialmente en el cerebro hambriento", detallan los científicos en el artículo.
No cabe duda de que las redes sociales, y en especial Instagram, son perfectas para descubrir nuevos platillos, restaurantes y chefs, así como recetas deliciosas y fáciles de preparar (¿te suena Tasty?), pero ver demasiado contenido gastronómico tiene un precio.
Las imágenes acompañadas por hashtags como #FoodPorn o #Foodie, pueden hacer que tu cerebro quiera comer, incluso si no tiene hambre. El estudio concluye que la exposición regular a los alimentos digitales puede con frecuencia provocarnos hambre, y se encontró que los medios digitales influyen en más del 70% de los alimentos consumidos en los hogares.
No niegues que a ti también te han dado ganas de preparar alitas, pastelillos y platillos exóticos en plena madrugada. Si te has parado a cocinar aunque no tengas hambre o después de revisar tus redes sociales corres a la fast food más cercana, sabes que este estudio tiene razón.
