Qué bueno que cada día más las mujeres se niegan a matarse de hambre para encajar dentro de los estándares de belleza que rige la sociedad. Hoy sabemos que no necesitamos ser perfectas para ser amadas. Pero si aún no estás convencida de ello, aquí te damos cinco razones para amar a tus curvas:
 
1 Porque puedes triunfar, no importa la talla. Los tiempos han cambiado, y hoy una mujer con curvas prolongadas puede ser la más poderosa de la industria del entretenimiento como Oprah Winfrey o la que determina el futuro económico de Europa, como la canciller alemana Angela Merkel. No hay nada que una mujer con curvas no pueda lograr.

2 Porque chicos adoran las curvas. Está comprobado científicamente que los hombres gustan de las curvas. Así que eso de matarse de hambre para atraer a un chico ya pasó de moda. Ser sana, comer bien y hacer ejercicio es suficiente para ser tan tractiva como cualquiera. Ya lo demostró Marilyn Monroe, la mujer curvilínea que es el más grande símbolo sexual de todos los tiempos.

3 Porque no necesitas añadirle más estrés a tu vida. En este mundo donde todo es un problema -hasta llegar a tiempo al trabajo-  no necesitamos añadirle más presión a la vida por el hecho de subir o perder unos kilos. El chiste es disfrutar los dones que la vida te dio. Demi Lovato, ahora que luce unas curvas prolongadas, se dice más feliz que nunca.

4 Porque la vida es demasiado corta. Realmente la vida pasa muy rápido como para tener conflictos contigo misma por no tener un cuerpo perfecto. Sonreír y dar las gracias por tener un cuerpo sano que nos ayude a lograr nuestros sueños es motivo suficiente para ser feliz.

5 Porque no hay nada que no puedas lograr. Tener una talla grande no implica que no puedas hacer cosas. Hoy sabemos que las chicas de tallas grandes pueden hacer todo, desde aparecer en las más grandes revistas de moda, hasta amar y ser tan amadas como las de talla cero.  Hoy estamos seguras de que la chica más atractiva es la que proyecta seguridad, muy independiente a lo que dice la báscula.