Es normal que llegados los veintitantos sentimos el gusanito de salir de casa, de independizarnos. ¿Pero sabes realmente cuáles son los mayores beneficios de hacerlo?

1. Tú pones las reglas

Seguro recuerdas la frase típica de "Mientras vivas en esta casa, obedeces mis reglas", seguro te la dijo tu mamá en contadas ocasiones. Pero la realidad es que ahora TÚ eres la de la casa, por lo que las reglas deberán ir por tu cuenta. Sen las reglas que sean, es importante que lo hagas, para así crear buenos hábitos y una forma de vida ad hoc a tu personalidad. ¡Aprende a ponerte límites!

Tal vez un impedimento de tu mamá era no subir chicos al cuarto (ni qué decir de invitar a algún galán a dormir). Todo eso era inimaginable. O tal vez sí tenías permiso, pero eso no dejaba de ser una experiencia algo incómoda. Bueno, ahora puedes hacerlo sin tener que esconderte o hacer corajes. Para cada libertad establece una responsabilidad. Ése es el truco.

2. La fabulosa intimidad

Ya sea acompañada por pareja o amigos o totalmente sola, la intimidad es lo primero que vas a disfrutar de tu nueva independencia. Desde pequeñas cosas como dejar la puerta del baño abierta mientras estás dentro, andar en ropa interior por todos los pasillos, sin importar quién te vea, hasta cosas más trascendentales como dedicarte a disfrutar de tus pasatiempos y pasiones más entrañables y aprovechar tu espacio a tus anchas, la intimidad contigo misma te ayudará a conocerte aún más.

 

 

Es más, si quieres hasta puedes acondicionar tu propio Gym en la sala. ¿Por qué no?

 

3. El silencio

¿Cuántas de nosotras no tuvimos que crecer entre hermanos escandalosos y padres regañones? Bueno, pues olvídate de eso porque ahora conocerás lo que la palabra "Silencio" realmente significa. Esto va de la mano con conocerte a ti misma, pues la calma profunda te da paz interior.

 

 

4. ¡Adiós cordón umbilical!

Seguro llegaste al punto en el que tu mamá resolvía todo para ti. Y eso, eventualmente, fue restándote habilidades básicas para sobrevivir, como cocinar, cuidar tu salud y transportarte, hasta el punto de convertirte en un parásito. Por suerte esta condición es pasajera, y siendo independiente lo entenderás. Ahora serás tú, y sólo tú, el responsable de tu salud, tu alimentación y todos los demás tópicos de importancia.

 

 

5. Es motivacional

Así seas una persona trabajadora por naturaleza o, todo lo contrario, conformista, depresiva o pasiva, el vivir solo y tener que hacerte cargo de tus gastos hará que te nazcan ganas de salir adelante aún más. Literalmente, el que no trabaja no come. Y darte cuenta de esto a tiempo y crecer es más un beneficio que una tragedia. Así que despabílate y busca independizarte lo antes posible.