Cuida tu cuerpo por salud.
El metabolismo del ser humano es muy caprichoso y conforme pasan los años se vuelve más perezoso; si no se lleva una buena alimentación se hace ejercicio y sobre todo, se toma agua, podríamos sufrir sobrepeso.
Generalmente conforme cumplimos más años es más fácil subir de peso y en contraparte, se vuelve más difícil adelgazar.
Esto se complica más en el organismo de las mujeres, pues enfrentamos distintos cambios que pueden afectar nuestro peso, además un embarazo también significa un aumento de peso, por lo que debemos de cuidarnos para conservar la figura.
Por eso una buena alimentación y el ejercicio deben formar parte de su vida diaria para mantenernos en forma.
- Nada está prohibido. Hay alimentos más y menos convenientes. Tienes que saber elegir y poner en práctica la flexibilidad, sin ser rígida. Si sigues las pautas cotidianas de alimentación y ejercicio, no influirá negativamente en los resultados que muestre la balanza.
- Mímate a diario. Piensa que la salud necesita del cuidado de todos los días, no sólo de unos cuantos meses del año, cuando se acerca el "calorcito".
- Olvida la “dieta”. Focalízate en el cambio progresivo de hábitos alimentarios y estilo de vida. Si lo tomas como un proceso de aprendizaje, puedes bajar la ansiedad y hacer un tratamiento paulatino pero con continuidad.
- Toma muchos líquidos. Incorpora abundante cantidad de líquidos sin calorías a lo largo del día (no menos de 2,5 litros) y en cada comida. Lo más recomendable es agua natural.
- Distribuye las comidas. Tiene que haber, como máximo, tres horas entre cada una. Esto colabora en la aceleración del metabolismo, el mayor gasto de calorías y la regulación del nivel de hambre. Haz por lo menos 4 comidas al día aunque lo recomendable son 5.
- Acuérdate de las verduras. Empieza el almuerzo y la cena, con un plato abundante de verduras (de todos los colores) crudas o cocidas. Te da mayor valor de saciedad y sirve para achicar el tamaño de las porciones.
- Sí a las frutas. Inclúyelas en las colaciones; recuerda, cuanto más variadas, mejor. Suma al menos tres unidades diarias.
- No te olvides de las proteínas. Las magras (no acompañadas de grasas) están en los lácteos (leche, yogur y queso) descremados, carnes rojas y blancas desgrasadas. Aumentan el gasto metabólico, brindan sensación de plenitud.
- Actividad física. Elige un ejercicio que te guste, divertido, pues así serpa más fácil que hagas de ella un hábito. Recuerda que el ejercicio es primordial, que no sólo te ayudará en el físico sino también en tu estado de ánimo.
- Come lo suficiente. No hay necesidad de quedarte con hambre, pero tampoco de comer como si no hubiera un mañana. Aprende a quedar satisfecha y no sobrepasarte de tus límites.
¿Cuáles de estos hábitos tienes?
Con información de De10
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