Debido a sus problemas financieros, la fuerte cantidad fue un soplo de aire fresco para la actriz. Recientemente, Lindsay ha sido acusada de no pagar sus impuestos y sus cuentas bancarias fueron embargadas. Además, la joven ha decidido mudarse a su Nueva York natal por no poder hacerse cargo del alquiler mensual de su mansión de Beverly Hills, que asciende a unos 8.000 dólares.
"El príncipe Azim no solo le pagó el vuelo, sino que también le reservó una elegante suite en el hotel Dorchester para pasar el fin de semana. Su madre, Dina, acudió también a la fiesta y ha estado en el hotel con ella", señaló una fuente al periódico New York Daily News.
El príncipe también le pagó 250 mil dólares al cantante Lionel Ritchie para que actuara en su lujosa fiesta y 75 mil dólares a Pamela Anderson, una de sus favoritas. Aunque sus extravagantes fiestas son muy populares, lo cierto es que su celebración de Año Nuevo es la más espectacular. Cada año alquila la sala de baile de 10 mil 300 metros cuadrados del sofisticado hotel Dorchester, en el barrio Mayfair de la capital británica, donde entrega a sus invitados bolsas con diamantes y aparatos de última tecnología.
"Alquila la sala de baile para divertirse. Alquila el espacio y paga a estrellas para que se dejen ver. En el caso de Lindsay, acudió porque necesita dinero desesperadamente", añadió la misma fuente.
Por su parte, el padre de Lindsay no se sorprendió al conocer los detalles de la fiesta en la que su hija celebró el nuevo año.
"¿Ahora cobra por sus citas?", comentó Michael con sarcasmo.
Con información de Publimetro.
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