¿Por qué las mujeres nos obsesionamos con series de crímenes reales?

Es muy probable que en los últimos años te hayas obsesionado con una o varias series sobre crímenes reales. Documentales como Making a Murderer y Las Cintas de Ted Bundy fueron un hit en cuanto las subieron a Netflix. Curiosamente, las estadísticas muestran que las mujeres somos las principales consumidoras de este material, pero ¿por qué? Dos estudios revelan los motivos ocultos detrás de esta adicción. 

Un estudio publicado en 2017 reveló que el 80% de quienes escuchan podcast sobre crímenes reales son mujeres. Unos años antes, en 2010, otra investigación publicada por Social Psychilogical Science, basada en las críticas en Amazon a libros sobre crímenes reales, revelaba que las mujeres consumíamos el 70% de este contenido.

 

Una posible explicación para este comportamiento la dio el doctor Scott Bonn, profesor de sociología y criminología en la Universidad de Drew. En su libro Por qué amamos a los asesinos en serie, el especialista explica que todo tiene que ver con nuestra respuesta neurológica al ver este tipo de documentales. 

Bonn  dice que la reacción es similar a cuando vamos conduciendo y observamos un accidente de tráfico: aunque queramos evitarlo, nos paramos a mirar. En otras palabras, las acciones de los asesinos en serie pueden ser horribles, pero el ser humano no es capaz de apartar la vista de ellos.

El profesor también señala que el miedo es la emoción primordial que nos atrae a las series criminales. En éstas podemos ver crímenes atroces en un ambiente controlado y, generalmente, con un final más o menos satisfactorio: que el malo termine en la cárcel. 

La mayoría somos incapaces de entender las atrocidades que cometen los asesinos en serie. In embargo, una parte de nuestra mente necesita entender el porqué y buscar lo racional dentro de lo irracional para dejar de sentir ese miedo que nos ataca al darle ‘play’.

 

Género y defensa propia

La mayoría de los asesinos seriales que retratan estas series son hombres que matan a mujeres. El mencionado estudio de 2010 apunta que este es uno de los motivos que nos obsesionan del ‘true crime’: poder encontrar tácticas de autodefensa frente a un posible atacante.

Según dicha investigación, las mujeres también tenemos mayor tendencia a buscar contenido que explique la psicología y las motivaciones del asesino en serie que los hombres. Por ejemplo, las formas de manipulación que utilizan con sus víctimas.

Este interés puede deberse a que queremos identificar rasgos de personalidad similares tanto en exparejas como en desconocidos que puedan abordarnos en la calle. Así, nuestra obsesión tiene un componente de aprendizaje: sentimos que estamos descubriendo técnicas de supervivencia que podrían ser útiles ante una situación extrema.

 

¿Qué pasa cuando se sexualiza al villano?

Muchas mujeres que han manifestado sentirse atraídas por personajes como Joe Goldberg de You o el mísmísimo Ted Bundy (en especial ahora que lo encarnó el galán Zac Efron). 

El propio actor Penn Badgley pidió que dejaran de romantizar a Joe, el asesino en serie que interpreta en ‘You’, pues la idea era exponer la masculinidad tóxica. 

En el caso de Bundy, Netflix declaró en Twitter: “He leído muchos comentarios sobre lo supuestamente bueno que está Ted Bundy y me gustaría recordar amigablemente que hay CIENTOS de tipos buenos en nuestra plataforma… y la mayoría de ellos no son asesinos en serie”.

 

De hecho, asesinos en seria como Charles Manson o Jeffrey Dahmer recibieron cartas de amor, regalos, dinero y hasta propuestas matrimoniales de mujeres enamoradas que se obsesionaron con ellos después de su arresto. 

Esto se conoce como hibristofilia, una parafilia sexual que consiste en sentir atracción y deseo por personas peligrosas.

Mira también: Penn Badgley reveló que este giro en la temporada 2 de ‘You’ hirió su corazón

En resumen, ver series y documentales sobre crímenes reales nos puede ayudar para reaccionar antes situaciones o personas peligrosas. El riesgo está en romantizarlos, verlos como objeto de deseo y hasta enamorarnos de uno en la vida real. 

¡Cuídate siempre!