A tus #Veintitantos empiezas a perder un poco la energía pero tampoco hay que exagerar, la flojera es un defecto que podría acarrearte muchos problemas.
No es fácil trabajar, estudiar, tener novio, cumplir con una vida social y, además, hacer ejercicio, salir a pasear y otras actividades que busquen la fatiga. Lo entendemos, es complicado pero, ¿no crees que vale la pena?
Descubre si eres una de esas chicas que busca evitar el cansancio y abrazar la comodidad de por vida; es decir, si eres una chica perezosa.
La flojera no es buena para tu salud.
- Te duermes un día hasta las 12 de la tarde: Una cosa es querer dormir tus 7 horas diarias y otra muy diferente, no querer levantarse de la cama en todo el día.
- Comes en la cama: Básicamente haces todo en la cama, desde comer hasta trabajar, excepto obviamente tener relaciones ya que seguro tu cama estará llena de moronas, cables y ropa.
- No quieres salir de casa: No importa si sea una cita o reunión con tus amigas, salir de casa significa ponerse bra, vestirse y caminar un buen rato. Por más que sepas que estarán sentadas la mayor parte del tiempo, seguro te da flojera tan solo levantarte de tu cómoda cama.
- No te bañas: Como puedes pasarte 2 días sin bañarte sin que se vean los indicios de grasa en tu cabello, has decidido aprovecharlo. ¿Y por qué no? Así ahorras energía y mucha agua.
- Aplazas lavar tu ropa: Prefieres usar todo lo que hay en tu clóset antes de poner toda la ropa en la lavadora. Además intentas usar lo más que puedas cada prenda hasta que tú misma te des cuenta de que ya fue suficiente.
- Dejas la ropa secando varios días: Sí, tu ropa seguro ya se secó hace 5 días pero ahora en día y con tanto trabajo, el cuarto de lavado ya se convirtió en tu clóset preferido.
- Prefieres ropa pesada: Entre más prendas tengas que no necesiten ser planchadas, ¡mejor! Porque, además de que necesitas energía para planchar, es importante sacar las herramientas para hacerlo ¡y qué flojera!
- No cocinas: Sabes cocinar pero la verdad es que no tienes el tiempo ni la energía necesaria para prepararte algo para comer para un día de trabajo. Es por eso que prefieres mil veces salir a comprar algo u ordenar para no salir de la oficina.
- Ves los comerciales: En lugar de aprovechar ese tiempo muerto de comerciales, prefieres quedarte ahí sentada en el sillón para evitar la fatiga… Bien podrías estar lavando trastes o acomodando algo pero es más fácil quedarse estática.
- Casi no lavas tu bra: Como sabrás, la lencería es frágil así que necesita ser lavada a mano… y es por eso que preferimos comprar mucha y lavar poca.
- Nunca dejas el coche: Caminar es cansado y es mucho más lento que andar en un coche así que… si eres una chica floja, seguro te has vuelto dependiente de tu automóvil.
- Usas ropa descosida: Obvio ese abrigo no tiene un botón y tu blusa tiene un pequeño hoyo de un lado pero, ¿quién quiere gastar tiempo en coserlos? Obvio no se ve mal así que ni siquiera es necesario pensar mucho en ello.
- Calcetines al revés: Como no te gusta lavar ropa, te has dado cuenta que los calientes puedes usarlos 2 veces al día si, cuando estén sucios, los volteas y te los pones al revés.
- No tienes comida: No te gusta cocinar porque necesita mucha energía pero tampoco gustas de ir a un súper para comprar cosas con las que podrías, en algún momento, llegar a cocinar.
- Tienes comida instantánea: Y cuando ya no tengas dinero para comprar comida ya hecha, tendrás que optar por aquella que solamente necesita un microondas y tal vez un poco de agua.
La vida de una mujer de #Veintitantos es difícil porque tiene muchas cosas que hacer pero siempre hay que recordara que, cuando se quiere, se buscan soluciones y cuando no, se buscan excusas.
¿Te gana la flojera?
ABS
