Cuando te conviertes en madre tu vida cambia de manera radical, y por muy bella que sea esta etapa hay situaciones que deberás enfrentar como toda una guerrera.
Ser mamá será una de las mejores experiencias de tu vida. Foto: OtherImages
- No importa que tan cuidadosa seas, de una u otra manera tu bebé se va a lastimar, ya sea que se caiga de la cama o en la tina.
- Olvídate de poder sentarte a leer horas un libro, una revista, periódico o hasta las actualizaciones de tus amigos en redes sociales.
- Las pelís que tanto te gustan no volverás a verlas en mucho tiempo, ¿ir al cine? lo olvidarás por un par de años y cuando puedas hacerlo será a ver las películas infantiles de estreno.
- Si antes tu perro era como un bebé, tus peces siempre estaban limpios y sabías en todo momento donde estaba tu gato puedes olvidarte de ellos, dejarán de ser una prioridad en tu vida; lo que no significa que debas descuidarlos por completo.
- La falta de tiempo para ti misma te hará ganar unos kilos de más, cuida lo que comes.
- Por más que intentes hacerlos dormir rápido no lo lograrás y si lo haces tendrás que despertar a media noche porque volverán a llorar, o simplemente despertarás porque no lo hacen.
- Su primer día en el Kinder o la guardería será el peor de tu vida, estar lejos de tu bebé te hará llorar por horas. Pero no te preocupes en cuanto te acostumbres sabrás aprovechar todo ese tiempo.
- Tú serás las única capaz de entender lo que quiere decir, y deberás soportar las críticas y regaños de tu madre y suegro sobre como enseñarlo a hablar… o de su educación en general.
- Tu vida social quedará reducida al tiempo en que se duermen y tú te quedas dormida: unos cuantos minutos.
- Cada salgan a la calle la pañalera será más grande que una maleta y terminarás por olvidar algo.
- El verlos felices será el mejor regalo para ti.
- Muchas cosas que antes te daban pena, ahora no lo harán. No temerás vestir a toda tu familia con playeras del mismo color, por ejemplo.
- Si antes el vómito o las heces te daban asco, ya no lo harán más.
- Apreciarás doblar tu ropa y no la de tu bebé, su tamaño y la cantidad de ropa que ensucian complica la labor que puede parecer interminable.
- Verás tus defectos, mañanas y tics reflejados en tus hijos.
- Redescubrirás lo que significa comer una golosina, el impedir que tu hijo lo haga con frecuencias ta hará valorarlas más.
- Adiós a las fotos de fiestas y cosas graciosas en tu cel, ahora tu galería estará llena de cada momento en la vida de tu hijo.
- Aprenderás a comer rápido, si es que no lo haces.
- Tu coche jamás volverá a lucir impecable.
Lo que si te aseguramos es que no importa por cuanto tengas que pasar, la maternidad es una de las etapas más bonitas disfruta de cada sonrisa de tu bebé, porque como dicen las abuelitas: 'los hijos crecen muy rápido'.
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