¿Siempre has deseado un vientre plano?
Complementa tu rutina de ejercicio con estos sencillos hábitos en tu alimentación.
Ejercítate por lo menos tres veces por semana.
- Come fibra: no hacerlo puede provocar estreñimiento y esto, que se acumulen grasas, líquidos y la hinchazón del abdomen. Búscala en frutas, verduras y cereales integrales.
- Limita los carbohidratos: cómelos con moderación, pues forman el 45% de tu alimentación diaria. En exceso, hacen que retengas líquidos y que tu vientre se vea voluminoso.
- Toma agua: 2 litros mínimo. Aunque en un principio llena el estómago, se elimina rápido y ayuda a deshacerse de líquidos y grasas sobrantes.
- Evita el refresco: estas bebidas tienen muchos carbohidratos; además, el gas aumenta la inflamación, provoca gases y el dióxido de carbono de las burbujas hace que el estómago se vacíe más lento.
- Reduce la sal: el sodio que contiene produce retención de líquidos que se pueden acumular en el abdómen prodiciendo abultamiento. Lo ideal es no tomar más de una cucharada cafetera de sal al día.
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