Un pensamiento, un estímulo en cualquiera de tus 5 sentidos y el contacto en tus zonas erógenas son un disparador del placer que se consigue gracias a los juegos previos y que aumenta con la excitación conforme avanza el encuentro sexual.
Algunas mujeres no son conscientes de los cambios físicos que tienen lugar en su cuerpo durante la excitación, por eso, la mayoría confunde la fase de la meseta (la más alta excitación durante el sexo) con un orgasmo.
- Vasocongestión: El riego sanguíneo aumenta en la zona de los senos y los genitales. Estas partes se agrandan y el cuerpo aumenta su temperatura, también tiene lugar la lubricación vaginal.
- Miotonía: Acumulación de energía en las terminales nerviosas y los músculos a lo largo de todo el cuerpo. Se experimenta plenitud o tensión del cuerpo antes de que llegue el orgasmo.
- Aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria.
- Aumento de la presión arterial
- Contracciones del útero y la zona del perineo
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