Estás haciendo ejercicio y siguiendo una dieta, pero aún no consigues ver los cambios sustanciales en tu cuerpo. Seguro que te está faltando un paso. Aquí te decimos cinco puntos esenciales para lograr un gran cuerpo.

Por Ana Shimasaki

Toma nota
Bebe durante tu entrenamiento. A pesar de que el agua no contiene calorías ni nutrientes, ayuda a infinidad de procesos del cuerpo, desde la digestión hasta la regulación de la temperatura. Asimismo, dado que tu cerebro y sangre están hechos en gran parte de agua, la falta de este líquido puede hacer que te sientas cansada y torpe, y los músculos no se hidraten.
Nunca dejes de desayunar. Es la comida más importante del día. El desayuno es el combustible que permite a la mente y al cuerpo funcionar perfecto durante 24 horas. Si no acostumbras desayunar puedes empezar con algo rápido y ligero como un yogurt o un plato de cereal. Además, desayunar fortalece los músculos que vas a entrenar.
Ingiere proteínas. La proteína es un nutriente esencial de la vida y uno de los principales componentes del cerebro, corazón, sangre, piel y cabello, por lo que tu cuerpo necesita y utiliza proteínas para crear y reparar los músculos, algo importante cuando haces ejercicio con regularidad.
No dependas de un solo tipo de entrenamiento. Acostumbrarte a hacer sólo ejercicio en el gimnasio hace que cuando tengas que salir o por algún imprevisto no puedas ir a este lugar, ya no entrenes. También hace que tus músculos se acostumbren a ciertas rutinas y que después ya no representen ningún esfuerzo -ni beneficio- el realizarlos. Lo mejor es combinar diferentes rutinas de ejercicio.
No te olvides del cardio. Por más que te interese sólo subir la pompa y bajar la panza, no debes realizar únicamente ejercicios enfocados a estas zonas; debes hacer ejercicio para todo el cuerpo y siempre complementarlo con un tipo de actividad cardiovascular por lo menos veinte minutos por día. Puedes elegir cosas sencillas como hacer una caminata, el chiste es aumentar tu ritmo cardiaco.