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Los amantes de la carne y el queso tienen una razón más para continuar con sus deliciosos hábitos alimenticios. Contrario a lo que nos han dicho desde hace años, un nuevo estudio afirma que comer carne roja y productos lácteos con grasa ¡es bueno para la salud!

Según una investigación realizada en la Universidad de McMaster en Canadá, el consumo de estos alimentos es bueno para el corazón, ya que puede reducir el riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular o muerte prematura hasta en un 25%.

El hallazgo es justo lo opuesto a lo que se nos ha dicho por mucho tiempo: que para mantener un corazón sano debemos comer lácteos bajos en grasa o sin grasa, y elegir carnes magras como pollo y pescado en lugar de carne roja.

El estudio combinó los resultados de múltiples encuestas de casi 220,000 personas en más de 50 países, en los cinco continentes, y sus hábitos alimenticios durante 25 años.

El Dr. Andrew Mente, coautor del estudio, reveló sus hallazgos en 2018, durante la conferencia de la Sociedad Europea de Cardiología en Munich. El especialista dijo que la grasa saturada, como la que se encuentra en la carne y los productos lácteos, puede proteger el corazón.

 

 

Además, comer alimentos no procesados, como carne y queso “grasos”, disminuye la ingesta de carbohidratos procesados con azúcar agregada.

“Las personas que consumían una dieta que incluía frutas, verduras, nueces, legumbres, pescado, productos lácteos y carne tenían los riesgos más bajos de enfermedad cardiovascular y muerte prematura. Con respecto a la carne, encontramos que la carne no procesada está asociada con un beneficio... Esto ciertamente desafía la sabiduría convencional para limitar el consumo de lácteos con toda la grasa”, aseguró el doctor Mente.

El estudio señala que las personas que consumían hasta tres porciones de lácteos y 1.5 de carne roja tenían 25% menos incidencia de muerte temprana y 22% menos ataques cardíacos, en comparación con quienes ingerían menos que eso.

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Toma en cuenta que 1.5 porciones de carne roja son entre 130 y 140 gramos, mientras que una de lácteos son de 40 a 50 gramos. Tampoco se trata de comerte un kilo bistec bañado en queso gratinado a diario, por más delicioso que eso suene. Como en todo, la clave es la moderación.

La principal conclusión del estudio es que debemos tratar de comer menos alimentos procesados y empacados. La carne no procesada, el pescado, las nueces y los productos lácteos pueden tener beneficios para la salud, mientras que las dietas ricas en carbohidratos procesados pueden ser perjudiciales.

Y ahora, con su permiso…

 

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