Veintitantos

 

Muchas veces nos obsesionamos con el pasado y nos olvidamos de enfocarnos en nuestro presente y futuro, lo que provoca que nuestra vida pase muy rápido sin haberla disfrutado como debería ser. Si te enfocas demasiado en lo que viviste en el pasado, ya sea con personas o situaciones, entonces debes comenzar a aprender a vivir en el presente.

 

Al menos una vez en la vida nos han herido a todos, no sólo en el amor sino también en una relación amistosa o incluso en nuestra familia, pero ¿qué ganas con guardar aún ese rencor? Es obvio que esas situaciones no se podrán olvidar, pero no tienen porque seguirte atormentando.

 

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El perdonar no es olvidar. El perdón es simplemente soltar y dejar ir. Cuando finalmente consigues perdonar es cuando comienzas a disfrutar más de las cosas maravillosas que nos da la vida.

 

 

Debes saber que tú tienes el poder de cambiarlo todo, tú tienes el control de tu vida y la decisión de seguir o avanzar, de dejar o seguir aferrándote a algo o a alguien. Tal vez has sido tú la que cometió el error y crees que te es imposible perdonarte, pero no es así.

 

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Perdonarte te ayudará a sentirte más liviana, a seguir adelante con tus objetivos y sueños, pero sin seguir cargando el peso y remordimiento de lo que hiciste. Si logras perdonarte conseguirás ser mejor persona y tener una vida mucho más placentera. Al perdonar no cambiarás el pasado, pero sí el futuro.

 

Ya lo decía el inventor y científico Alexander Graham Bell: “Cuando se cierra una puerta, hay otra que se abre. Pero muchas veces nos quedamos mirando la puerta cerrada durante tanto tiempo que no vemos la que se abre delante de nosotros”.

 

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Si te quedas estancada en el pasado, no podrás ver las oportunidades que se te presentarán. Tal vez un chico te rompió el corazón, pero no por esa persona te quedarás sin volver a amar. Quizá el sueño que tenías no se cumplió, pero no por eso dejarás de soñar.

En ti está la decisión de salir adelante o seguir concentrándote en aquellas situaciones que ya forman parte de tu pasado.

 

 

Cambia tu forma de pensar, que sea positiva todo el tiempo pese a que te llueva, te truene o relampaguee, siempre habrá una solución a todo. Trata de dar lo mejor de ti día a día, deja de quejarte y comienza a actuar.

¡Tú tienes la decisión!