VEINTITANTOS

A los Veintitantos tenemos muchas ilusiones: viajar alrededor del mundo, estudiar lo que nos apasiona, hacer lo que tanto nos gusta, encontrar el amor. Queremos comernos el mundo entero, hacer y deshacer, conocer lugares y gente nueva, simplemente ser felices.

 

 

 

La soltería tiene que significar más que esperar a esa persona ideal, tiene que ser una etapa para disfrutar de sí misma, enamorarse de la vida, desilusionarse, levantarte de nuevo y renacer con mucha más fuerza como un ave fénix.

 

 

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Es una oportunidad de darte el tiempo para hacer todo, de no correr cuando apenas comienzas a caminar. Debes saber que todo en la vida tiene un tiempo perfecto, el cual llegará cuando tenga que llegar. Debes aprender a ser paciente y esperar, pero nunca demasiado. 

 

 

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Ser soltera es una oportunidad para prepararte, disfrutar y vivir una experiencia totalmente diferente a cuando ya tienes una pareja. Hay muchas ventajas a las cuales puedes sacarle provecho al máximo.

 

Tiempo

 

Debes saber que siempre serás la dueña de tu tiempo, y que sólo es cuestión de organizarte para hacer todo lo que has querido. Sin embargo, cuando estás soltera, tienes la oportunidad de hacer cosas que no harías con alguien a tu lado, como por ejemplo, ir a esa exposición de tu artista favorito y donde posiblemente se aburriría tu pareja, o ver esa película con la que llorarías tanto como quisieras sin que nadie te diga nada. Es aprovechar y vivir. Hacer y deshacer.

 

 

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Enamorarte y desilusionarte

 

Antes de conocer al hombre de tus sueños, seguro tendrás varias relaciones, en las cuales podrías romperles el corazón a algunos chicos o ellos rompértelo a ti. Es válido experimentar ese dolor, desilusionarte y volverte a enamorar, pero recuerda que nunca, nunca, debes depender de alguien para ser feliz.

 

 

 

Viaja

 

No significa que no puedas viajar con una pareja, pero la experiencia de hacerlo soltera es totalmente diferente. Si tú quieres ir a ese museo, no habrá nadie que te diga que no. Puedes darte la oportunidad de conocer nuevas personas, de tener el tiempo para hacer actividades que te gusten, de comer lo que te apetezca. Al menos una vez en la vida tienes que hacer un viaje sola, verás que la perspectiva de la vida te cambiará, tipo ‘Eat, pray, love’.

 

 

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Independencia

 

Cuando tienes pareja, puede que caigas en la dependencia, que quieras pasar todo el tiempo a su lado y hacer todo juntos; sin embargo, cuando te encuentras soltera, te das cuenta que ser independiente es lo mejor que te puede pasar. La independencia te prepara para conseguir todo por tu cuenta, no esperar nada de nadie, y ser tú quien haga todo por sí misma.

 

 

 

Sin peleas o rendir cuentas

 

Si haces algo mal, no tendrás por qué darle explicaciones a alguien. Son tus errores, y como tales eres tú quien tiene que enmendarlos. No tendrás por qué discutir con alguien por eso. Además, comenzarás a ser más responsable sobre ellos y te prepararás para resolver conflictos por tu cuenta.

 

 

 

Ahorros

 

Cuando sales con alguien, es normal que la cifra que antes era para uno, se duplique, ya sea en un restaurante o una salida al cine. Cuando te encuentras sin pareja, tu economía es totalmente diferente, comienzas a tener más dinero y sólo gastas en cosas necesarias o algún regalillo para ti. La ventaja es que al ahorrar, tendrás la oportunidad de conseguir la cantidad que necesitabas para viajar o comprar algo que realmente quieres.

 

 

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Sexo

 

Nadie tiene que decirte nada acerca de tu sexualidad, si tú quieres hacerlo con uno o dos, es tu decisión, sólo tuya. No quiere decir que al no tener pareja tengas que tener intimidad con la primera persona que se te cruza en el camino, pero sí puedes hacerlo con alguien que realmente te atraiga y con quien te sientas confiada, o simplemente poder fijarte en varios chicos sin el remordimiento o culpa de haberlo hecho que como cuando estás en una relación.

 

 

 

Madurez

 

Tienes el tiempo necesario para convertirte en la mujer que quieres ser, aprender de tus errores y levantarte de los tropiezos y caídas que has tenido. Todas esas malas experiencias, corazones rotos o triunfos, te servirán para madurar. Nunca olvides que eres una mujer valiosa, fuerte y capaz de conseguir lo que quiera, no importa tu edad.