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Roles sexuales que debes probar con tu galán
¡Métanse en el papel!
07/04/2016 | Autor: Judith Lucio
Si crees que tu vida sexual ha caído en la monotonía quizá sea hora de que pruebes otras cosas, cumplir fantasías o hacer uso de juegues podrían ayudar pero inventarte algunos roles con tu galán seguro que funcionarán para encender la chispa que creías perdida.
Aquí algunos roles sexuales que indudablemente debes probar con tu galán:
- La colegiala y el profesor. Quién no se enamoró de algún profesor o bien, qué hombre no ha soñado con una sexy colegiala. Pues no hay más que llevarlos a la práctica. Si tu galán te ve en una diminuta falda escocesa seguro que se vuelve loco y tú al verlo con unas gafas, una linda corbata y regla en mano seguro que te enciendes de inmediato. Puede ser de manera inversa si así lo prefieres, tú la maestra y él, el alumno.
- La policía y el prisionero. El disfraz de sexy policía junto con unas buenas esposas para castigar al prisionero pueden funcionar muy bien cuando se trata de elevar el placer con tu galán.
- Desconocidos en un bar. Con estos roles sexuales pueden armarse toda una historia para salir y verse en un bar de verdad. Ambos deben usar sus mejores outfits para ligar y hacer de todo para llevarse al “desconocido” a la cama. Traten de darle el mayor realismo a la situación y ambos verán los beneficios de esto a la hora de darse placer.
- El bombero y la mujer en llamas. Es hora de que apliques el clásico '¡que vengan los bomberos que me estoy quemando!'. Ver a tu galán con manguera en mano, sexys botas y casco de bombero seguro que le dará un giro inesperado a tu noche. Tú sólo debes ser la chica que debe ser rescatada de las llamas por el sexy bombero.
- Pareja sado. Látex, cadenas y hasta máscaras son el outfit perfecto que debes probar ya. Haz uso de látigos, fuetes y plumas. Ponte ruda y haz todo lo aceptable para que tú galán crea que eres todo una dominatriz.
Estos roles sexuales podrían parecerte algo quemados o hasta verlos como algo burdo pues son los que normalmente se nombran por ahí, pero si no los has llevado a la práctica no puedes opinar, así que deja volar tu imaginación y no te quedes con las ganas de ser la colegiala, la policía, la ardiente mujer o la dominatriz
que todas llevamos dentro.
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