VEINTITANTOS

Fue a través de una búsqueda cotidiana de la pequeña hija de la periodista británica Laura June, quien cuenta con tan sólo 3 años, que se dio cuenta que algo andaba mal con las imágenes de la cerdita Peppa Pig, que su nena veía.

“La famosa cerdito gritaba y lloraba mucho, y había un dentista algo sádico. Nada que ver con lo que recomendarían ver a una niña de tres años”, comentó Laura.

La preocupación llegó cuando June se preguntó cómo se hizo su hijita para acceder a ese contenido, pues indudablemente debería tener una restricción para menores, situación que no sólo persiste sino que la animación es idéntica a Peppa Pig.

Y el tema se complica, pues en la plataforma de videos existen un sinnúmero de versiones sangrientas y pornográficas de Peppa Pig, Frozen, Dora, la exploradora o Bob Esponja, entre muchos otros.

Los ejemplos son muchos. En un episodio de ‘Dora, la seductora’, la protagonista y su amigo ‘Botas’ aparecen en una tabaquería y un prostíbulo; o también de ‘Frozen’, donde Elsa y su hermana Anna están envueltas en un escenas con connotación sexual.

La mayoría de los títulos de los videos involucran escenas de drogas, sexo y violencia. Por mencionar algún ejemplo, existen: ‘Pocachotas’, ‘Pepa la cerda y el poni volador’ o ‘Reputiel’.

La preocupación de los padres ha llevado a expertos a recomendar la visualización del contenido mediante YouTube Kids, una app disponible para IOS y Android, sin olvidar que la vigilancia de los adultos es vital.