VEINTITANTOS

Estamos frente a uno de esos fenómenos del cine en donde la crítica destroza una película y sin embargo las proyecciones son que se estrene con una recaudación mínima de 35 millones de dólares. ¿Por qué? 

Ya han pasado más de 25 años desde la muerte del vovalista y extravagante líder de Queen, Freddie Mercury, pero su música todavía vive. Freddie redefinió y trascendió los estereotipos, así como la música de Queen, que se rehúsa a que la asignen a cualquier género tradicional.

Ahora, el ganador del Emmy, Rami Malek (Mr. Robot), con unos dientes falsos, vestido con un catsuit y micrófono en mano, asume el papel del rey del rock pop en Bohemian Rhapsody: La Historia de Freddie Mercury, una celebración trepidante de la música de Queen y de la extraordinaria vida del cantante británico.

“El filme es un celebración de la música, además de perpetuar el legado de Queen y Freddie, con el que se pretende mostrar a una generación totalmente nueva quién fue Freddie —sus antecedentes en Zanzíbar, su llegada a Londres como inmigrante, el prejuicio con el que tuvo que lidiar mientras crecía, su timidez e inseguridades con respecto a su apariencia, cómo luchó contra muchos frentes distintos, su brillantez como compositor y músico, cómo encontró a otra familia en la banda, su reinvención como un intérprete fuera de lo común, sin dejar de ser alguien que todo mundo quería y que podía salirse con la suya con ciertos comportamientos muy extravagantes—, todo ello enmarcado con la creación de un sonido que era innovador y vanguardista para la época. El periodo de 1970 a 1985 se sintió como la parte más importante de la historia de la vida de Freddie y de la banda, y termina con el éxito en Live Aid”, comenta el productor Graham King.

Y aunque la película emociona y pone a cantar desde la primera escena, la crítica especializada estadounidense no ha salido tan satisfecha de la sala de cine, incluso le han llovido duras críticas como la publicada en el New York Times: 

Y tienen un punto.

¿Por qué la crítica ha destrozado a Bohemian Rhapsody?

Lo que queda claro después de ver la cinta y haber existido en este plano astral en los años 80 es que Freddy Mercury es un personaje tan completo como cautivante. Y que explorar todas y cada una de las aristas de su vida y su personalidad en dos horas y media, además de incluir canciones que vuelvan a vender discos (o reactivar las reproduccione en Spotify) es una tarea titánica. 

Aunque todos coinciden con la brillante y cautivante actuación de Rami Malek quien por momentos hace sentir que estamos viendo al mismísimo Mercury, sobre todo en el escenario, todos coinciden también en la falta de profundidad y momentos más interesantes para mostrar esas facetas claves que hicieron de Queen un fenómeno intergeneracional, multicultural y mundial. 

Para la crítica, la película se siente como un pegoste de anécdotas insulsas sin estructura en donde se pasan de largo la descripción de cómo fue que Freddy encontró su identidad sobre el escenario, cómo consiguieron el entonces revolucionario sonido de Killer Queen, y sobre todo la siempre misteriosa vida sexual de Freddy Mercury. 

Y es que en la cinta, se le da mucho peso a la dañina relación de Mercury con su personal manager Paul Prenter (Allen Leech) y a viñetas de su vida personal donde nos queda claro su amor por sus gatos. 

En conclusión, digamos que es un buen vistazo a la formación de Queen y un buen viaje en el tiempo a décadas pasadas, pero para el verdadero fan, nunca será suficiente. 

 

 

Y esta es la apotéosica presentación de Queen en Live Aid en 1985, pieza central de la cinta.