Moda sustentable: Anna Wintour pide rehusar, reciclar y heredar la ropa
La legendaria fashionista se declaró en contra de la moda desechable
La industria de la moda está en un momento de mucha tensión. Por un lado está el reclamo por la diversidad de tallas y cuerpos, y por el otro la moda sustentable. En este contexto, la legendaria editora Anna Wintour invitó a las y los fashonistas a rehusar, reciclar y heredar ropa.
A sus 70 años y tras décadas siendo un ícono fashion a nivel mundial, Wintour se pronunció contra la moda desechable y ahora clama por una industria más sostenible.
“Muchas marcas están tratando de reforzar sus credenciales verdes y de atraer a los consumidores jóvenes entendidos en temas ambientales mientras el sector está bajo escrutinio por impulsar una cultura de usar y tirar”, dijo.
“Creo que para todos nosotros significa una atención mayor en el arte, en la creatividad y menos en la idea de la ropa que es instantáneamente desechable, cosas que tirarías después de un uso”, agregó Anna.
“Es necesario hablarle a nuestras audiencias, a nuestros lectores, sobre mantener la ropa que tienes, valorarla, usarla una y otra vez, y tal vez dársela a tu hija o hijo, como sea el caso”, señaló la también organizadora de la MET Gala.
La industria de la moda está entre las más contaminantes del mundo y es una de las más dañinas para el medo ambiente. Según un reporte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a mediados de este año, la producción textil es responsable del 20% de las aguas residuales globales y del 10% de las emisiones globales de carbono. Además, encontraron que una prenda solo se usa en promedio 10 veces antes de ser desechada.
En 2016, un reporte de la consultora de gestión McKinsey & Company afirmó que la producción mundial de ropa se duplicó entre 2000 y 2014, con un aumento del 60% en la cantidad de prendas compradas por persona cada año.
Esto ocasiona, por supuesto que se fabrique más ropa. Según Greenpeace, solo en 2014 se hicieron más de 100,000 millones de piezas de ropa en todo el mundo, de las cuales toneladas terminan en la basura.
Además, la fabricación de prendas y accesorios también afecta el bienestar animal y los derechos humanos en sus procesos de manufactura.
Claro que no solo se trata de rehusar, reciclar y heredar la ropa, pues la concientización comienza desde la compra.
Tenemos que reeducarnos como consumidores y entender que las prendas baratas tienen un fuerte impacto social y ecológico. La fast fashion implica mano de obra barata en condiciones de trabajo inhumanas e incluso esclavizantes, más consumo de agua y materia prima, entre otros.
Por eso es importante aprender a invertir en prendas cuya calidad justifique el costo, ya que sus precios también se traducen en sueldos dignos y/o procesos enfocados en el cuidado ambiental. Por si fuera poco, estas prendas son tan chic como duraderas, así que las puedes por años.
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Esta es una buena noticia para los amantes de comprar ropa de segunda mano: ¡ya tienen la bendición de la mismísima Anna Wintour para usar moda reciclada!
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