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Los 4 tipos de entrenador que encuentras en el gimnasio

Los 4 tipos de entrenador que encuentras en el gimnasio

Por lo menos hay uno en cada gimnasio. 

30/01/2017 | Autor: Mairem Del Río
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Cuando entras al gym, uno de los factores determinantes para alcanzar tus objetivos (o no) es elegir quién se encargará de diseñar y supervisar tu rutina, por eso es importante conocer los tipos de entrenadores que puedes encontrar en el gimnasio.

 

La función principal de un entrenador físico es dar forma y seguimiento a tu entrenamiento con base en tus objetivos personales, tu condición física y tu estilo de vida.

 

Aunque cada persona es diferente y cada cabeza es un mundo, los tipos de entrenador físico se pueden agrupar en cuatro categorías principales, seguro que puedes identificar a más de uno:

 

El entrenador vintage

 

 

 

 

Son los más veteranos en el gimnasio, llevan toda la vida entrenando y tienen experiencia de sobra. Conocen y saben tratar a todo tipo de clientes, se han involucrado en infinidad de competencias deportivas, han dirigido gimnasios o incluso han abierto el suyo propio.

 

La mayoría trata de mantenerse al tanto de las nuevas tendencias fitness, sin embargo no todos lo logran, ya que las nuevas tecnologías no son su fuerte. Son muy fieles a los sistemas de entrenamiento más clásicos. Suelen ser muy estrictos y serios, al punto de comparar su estilo con la disciplina militar, y esperan que sus clientes respondan con un nivel similar de compromiso y autoexigencia.

 

Es perfecto para quienes no pueden disciplinarse por sí mismos y necesitan tener a alguien detrás todo el tiempo que los motive, regañe y les exija más cada día.

 

El entrenador millennial

 

 

Suele ser joven, recién titulado y con poca experiencia. Trabaja con lap top, tablet, smart watch, apps y todo tipo de gadgets para medir y mejorar el rendimiento físico. Domina las redes sociales, sigue a todos los gurús fitness del momento y aspira a convertirse en uno de ellos.

 

Su mejor cualidad es querer hacer de todo con sus clientes, lo que también le juega en contra cuando tiene demasiados y no puede darle la misma calidad de atención a todos. Es demasiado teórico y metódico, le cuesta trabajo adaptar los programas de entrenamiento para cada persona y situación, porque está seguro de que lo que aprendió es el único camino.

 

Sus métodos de entrenamiento y evaluación son muy modernos: circuit trainings, H.I.I.T., entrenamiento funcional, CrossFit, P90X, Insanity, etc. En sus entrenamientos utiliza los materiales de moda: balones suizos, plataformas, pesa rusa, poleas, brincolines, llantas, cuerdas y más.

 

Es el más buscado por los jóvenes menores de 30 años, sabe conectar muy bien con sus clientes a nivel personal, pues está habituado a buscar información online sobre cualquier tema para llevar una plática amena.

 

El entrenador todo terreno

 

 

Es el chico que ha probado y hasta se ha vuelto experto en varias disciplinas. Sabe de artes marciales, CrossFit, parkour, atletismo, fisicoculturismo, etc., y lo mismo puede dar clases de aquaerobics que de box, o prepararte para un Spartan Race. Es un autodidacta nato, aprende de todo y de todos. Es el más emprendedor y su meta a corto plazo es abrir su propio gimnasio.

 

Sus sesiones son muy duras, ya que combina elementos de todas las disciplinas para un entrenamiento muy completo, lo que a la vez las hace muy dinámicas, originales y divertidas. Aprovecha todos los materiales y mobiliario disponibles, así que le da igual dar clases en un parque, en la calle o en el gym.

 

Es la mejor opciones si te gustan los retos y odias hacer el mismo ejercicio un día tras otro, con él nunca te faltará variedad, aunque quizá sí echarás de menos un poco de orden, pues estos entrenadores suelen ser un tanto despistados por tener tantas cosas en la cabeza.

 

El “anti-entrenador” personal

 

 

 

 

Aquí están todos aquellos que lo último que tienen en mente es entrenar a alguien más. Estos entrenadores son una vergüenza para la profesión y viven de las personas ingenuas e inexpertas que les confían su cuerpo y su salud.

 

Se caracterizan por la poca importancia que le dan a sus clientes. Son los típicos entrenadores que te ponen una rutina estándar y te dejan a tu suerte, si les caes bien tal vez te expliquen de forma escueta cómo hacer cada ejercicio, pero después de eso se desentienden de ti.

 

Algunos simplemente son malos o no tienen la formación necesaria, otros están demasiado ocupados en sus propios asuntos como para ayudarte: ligando, revisando sus redes sociales, tomándose selfies o platicando con personas más interesantes que tú.

 

Los resultados de caer con un entrenador de estos van desde perder la motivación para hacer ejercicio o no ver resultados, hasta lesiones por la falta de instrucción y supervisión. Si detectas uno de estos, repórtalo de inmediato y aléjate antes de sufrir las consecuencias.

 

Recuerda que encontrar un buen entrenador físico es muy parecido a encontrar pareja: tienes que buscar al que haga match contigo para que todo fluya mejor.

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