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Cuando alguien trata de convencernos para hacer ejercicio, la primera razón que nos dan es que hay que hacerlo “por salud”, pero más allá de los beneficios físicos que esto puede traer, hay otros motivos que te pueden impulsar a inscribirte al gimnasio desde ya.

 

1. Ves mucha gente bonita. No tienes que esperar hasta ir a la playa para ver algunos cuerpos espectaculares en poca ropa, ¡ve al gym! Ahí la vista es muy, muy, agradable.

 

 

2. Te organizas mejor. Si crees que no tienes tiempo para nada, encuentra una actividad física que te interese y hazle espacio en tu agenda, verás que mágicamente podrás sacar todos tus pendientes con tal de llegar a tiempo a tu clase de yoga, baile o CrossFit.

 

 

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3. Te sientes mejor contigo misma. Ya nadie te puede decir que no haces nada por ti o que te descuidas. Sentirás una gran satisfacción por el simple hecho de decir con sinceridad que el ejercicio es parte de tu vida. 

 

 

4. Puedes usar ropa deportiva diario. No podemos negar que los pants, las mallas deportivas y las camisetas son de lo más cómodo. Ahora nadie podrá juzgarte o decir que eres una “fodonga” si andas en yoga pants y tenis toda la semana, porque es “para ir al gym”, ¿acaso no han visto la tendencia athleisure? 

 

5. Te puedes bañar ahí mismo. Ahorras tiempo (porque no te quedarás cantando bajo la ducha 20 minutos) y dinero, ya que no gastarás tu propio gas para gozar de un baño caliente.

 

 

6. Conoces gente nueva. Ahí puedes encontrar a tu próxima mejor amiga, o grupo de amigas, así como personas que jamás pensaste que podrías conocer, quizá algunas celebridades, por ejemplo.

 

 

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7. Haces buenos contactos laborales. De pronto puedes tener en tu clase de spinning al director de Recursos Humanos de la empresa donde mueres por trabajar, o a alguien que puede facilitarte el negocio de tu vida. Médicos, abogados, veterinarios, políticos, ¡cualquiera puede ir al gym! Y como están relajados puedes conocerlos desde otra perspectiva y sacar ese as bajo la manga en el momento necesario. 

 

 

8. Es el mejor pretexto para escapar de compromisos. ¿No quieres ir a esa comida con los de la oficina?, ¿Te pidieron que cuides a tu sobrinito más desastroso?, ¿De verdad no quieres cenar otra vez con tu suegra? “Lo siento, tengo que ir al gym”, así de simple. 

 

 

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9. Es un buen lugar para encontrar pareja. Los coqueteos en el gym son un clásico, ya sea entre los mismos usuarios o con los instructores. Claro que es un arma de doble filo, pero ¿por qué descartar la oportunidad de encontrar el amor en las pesas?

 

 

10. Puedes escuchar tu música y ver Netflix. Si en el día no tienes un minuto de paz para gozar una playlist o ver tu serie favorita, no te preocupes: súbete a la caminadora, dale play y corre para no perderte una sola escena. Te sentirás menos culpable que cuando te quedas tirada en el sillón haciendo binging y ni siquiera te pesará el ejercicio porque estás concentrada en otra cosa. 

 

 

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11. Te sientes empoderada. Poco a poco notarás que ya puedes cargar cosas pesadas casi sin esfuerzo, que puedes correr para alcanzar el camión sin perder el aliento, que puedes hacer posiciones sexuales más complicadas gracias a tu flexibilidad o que, si es necesario, puedes dar un buen golpe para defenderte. En resumen, te vuelves más independiente físicamente, y eso es poder. 

 

 

Por supuesto que la salud es importante, pero hacer ejercicio trae otros beneficios psicológicos, emocionales, sociales y hasta económicos que nos cuesta trabajo ver, ¡dale una oportunidad al gym!