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Es una zona tan sensible de tu cuerpo que debes pensarlo muy bien antes de hacerlo.

8 Cosas que debes saber antes de ponerte un piercing en el pezón

Es una zona tan sensible de tu cuerpo que debes pensarlo muy bien antes de hacerlo.

10/10/2017 | Autor: Mairem del Río
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De un tiempo para acá, el piercing en el pezón se volvió uno de los accesorios más trendy. Celebridades, fashionistas y simples mortales lo llevan con orgullo, pero antes de ponerte uno, hay cosas que debes saber para que no te agarren en curva. 

Llevar una pieza de metal colgando del pezón es lo de hoy, pero antes de correr al local de perforaciones, toma en cuenta que no es para cualquiera e implica mucho más de lo que imaginas.

 

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¿Qué se siente cuando te perforas el pezón?

La sensación de tener una aguja atravesada en el pezón es difícil de describir, pero podría decirse que pica y arde mucho por un segundo en el momento en que entra en ti piel. Después, cuando entra el arete, se siente algo de presión e incomodidad. Después de todo son tus pezones, una de las zonas más sensibles del cuerpo. Sin embargo, el dolor pasa en unos segundos y se acabó. 

 

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Esto es lo que debes saber antes de ir a que atraviesen con la aguja, toma nota: 

 

1. Debes tener alta tolerancia al dolor. Hay quienes, a pesar de tener piercings en otras partes del cuerpo, aseguran que el pezón fue el más doloroso, para otros no tanto, pero debes prepararte para el peor escenario y estar segura de que podrás soportarlo. 

2. Elige al perforador correcto. Debe ser alguien súper, higiénico, profesional, hábil y hacerte sentir cómoda todo el tiempo, ya que para hacer su trabajo tiene que sentir bien la textura de tu pezón y ponerlo duro. Después de todo, uno no se saca las boobs enfrente de cualquiera y deja que las toque ¿o sí?

 

3. Tu higiene deberá ser impecable. Además de seguir las instrucciones del perforador, lavar la zona unas dos veces al día con jabón neutro y cambiar o lavar tu sostén máximo cada dos días, jamás debes tocarlo con las manos sucias. Si necesitas girarlo y moverlo un poco para lavarlo bien, hazlo. 

4. No lo hagas en verano. El calor, el sudor y el roce con las prendas pueden provocar irritación y dolor, e incrementar las posibilidades de que se infecte. No puedes nadar en albercas o en el mar, y debes ser súper cuidadosa con el sol. Es mejor hacerlo en temporada de frío para darle los cuidados adecuados sin sentir que sacrificas la diversión.

 

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5. Es normal que sangre un poco. Es común que los orificios perforados secreten un poco de sangre y flujo transparente, y éste se convierta en una fina costra alrededor del arete. Esto pasará durante una o dos semanas, pero si el flujo es verde, amarillo o huele mal, es hora de ir al médico porque podría estar infectado. 

6. Cuídalo durante el sexo. Si vas a tener una noche de pasión, no dejes que tu pareja lo toque hasta que haya sanado por completo. El pezón estará super sensible porque es básicamente una herida abierta y puede lastimarse con mucha facilidad al tocar, lamer, jalar y, por supuesto, al morderlo. La buena noticia es que la leyenda es cierta: una vez que sane, tu pezón será más sensible al placer.

 

7. Adiós al brasier. El sostén ya no será tu amigo, de hecho te sentirás un poco incómoda al usarlo porque presiona la pieza. Si necesitas soporte, opta por un bralette o corpiño, ya que tus lolas necesitan respirar.

8. Será tu pequeño secreto sexy. Nadie sabrá de él hasta que te atrevas a comentarlo y/o mostrarlo. Si se nota a través de la ropa, tendrás ese halo de misterio hot. Los chicos querrán verlo en vivo y cuando por fin se lo enseñes, se sentirá de lo más especial. 

 

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Perforarte una zona tan delicada no es una decisión que se toma a la ligera. Todos los motivos son válidos: por moda, por sentirte más sexy, para expresar tu lado salvaje o porque quieres y puedes. Pero siempre hazlo consiente de los riesgos que conlleva y los cuidados que debes tener. Fuera de eso, ¡suerte!

 

 

 

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