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Las nuevas generaciones tienen una marcada preferencia a hacerlo todo más fluido: el género, la sexualidad, la moda y hasta las relaciones de pareja. Si esta tendencia comenzó con los Millennial, ahora los Centennial la llevan al siguiente nivel y han creado una nueva categoría: la ‘situationship’, una relación que plantea el amor más allá de etiquetas y definiciones.

Cuando se trata de intimar con otra persona, lo de hoy es evitar los extremos. Las cosas ya no son tan claras como antes, pues fuera del blanco y negro hay toda una gama de grises y colores a explorar.

Hace unos años se creía que dos personas solo podían ser amigos o novios, así de simple. Luego llegaron otros tipos de relación, como los “amigos con derechos” o el “free”. También podían “estar saliendo” para conocerse, pero con intención de llegar a un romance.

 

Ahora se habla de las ‘situationships’, un nuevo tipo de relación que se ubica en un punto borroso y no encaja del todo en ninguna de esas categorías.

Según el Urban Dictionary, se trata de “relaciones que no tienen etiqueta. Son como una amistad, pero más que una amistad sin llegar a ser una relación”.

E podría decir que son dos personas que la pasan bien juntos, se besan, se hacen “cariñitos”, pueden o no salir en citas e incluso tienen relaciones sexuales (aunque no es requisito indispensable).

Sin embargo, no se definen como una pareja, pues en muchos casos no se comportan como tal en situaciones sociales, no conocen a sus familias o amigos, y por supuesto, no se prometen exclusividad, ¡porque no hay nada “serio”!

Los involucrados pueden o no desarrollar vínculos afectivos, confiarse asuntos personales o hasta ser voluntariamente “fieles”. Pero nada de esto hace que la relación se formalice.

 

“Lo positivo de este tipo de vínculos es que puedes explorar tus sentimientos hacia una persona, tu sexualidad y cómo operas dentro de un tipo de vínculo, sin las presiones que conlleva estar en una relación definida como novio/novia”, dijo el coach de citas Neely Steinberg para The Huffington Post.

Por su parte, el psicologo Seth Meyers opina que las ‘situationships’ pueden funcionar como un “ensayo” para identificar lo que realmente buscan en una pareja.

Estos vínculos se dan por diversos factores, uno de ellos es la falta de tiempo para tener una pareja “formal”. Las personas desean tener compañía de vez en cuando, sin que eso implique obligaciones como verse determinados días, llamar o mandarse mensajes y celebrar fechas especiales, o perder el tiempo en celos y discusiones.

La terapeuta Alysha Jeney concluye que las ‘situationships’ pueden funcionar si los dos tienen claro de qué se trata. “Si ambas partes entienden su relación y desean las mismas cosas entre sí, puede ser una situación muy satisfactoria”, dijo la especialista al mismo medio.

 

Por otro lado, la consejera de parejas Raffi Bilek opina que estas relaciones indefinidas pueden ser muy confusas.

“Las ‘situationships’ comienzan cuando uno de los dos no quiere ponerle un título al vínculo porque no quiere presionar la relación. Pero es la naturaleza humana querer algo más definido. Estas relaciones sin etiqueta no son buenas a largo plazo. Creo que pueden durar solo durante semanas o meses. En algún momento se preguntarán: ‘¿Qué estamos haciendo?’”.

Es decir, que tarde o temprano llegará la clásica pregunta “¿qué somos?” y tendrán que decidir si continúan o no. Por supuesto, las cosas se complican cuando uno empieza a sentir algo más fuerte y el otro quiere seguir en plan “relax”.

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Esta es solo una opción más en la gama de posibilidades amorosas actuales, tú decides si la pruebas o no.

Por más divertidas y satisfactorias que pueda ser una ‘situationship’, no funciona para todos. No cualquiera se siente cómodo con la incertidumbre y puede manejarla.

¿Has estado en una ‘situationship’? ¡Cuéntanos!

 

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