Veintitantos

Muy probablemente todas hemos dado y recibido un beso francés, pero pocas sabemos las cosas que pasan en nuestro cuerpo cuando estás en esa clase de besos.

Échale un vistazo y comprueba estos datos la próxima vez:

1. En tu cara. La mayoría de las personas, inclinamos la cabeza hacia el lado derecho cuando besamos, aunado a ello debes saber que ejercitamos hasta 24 músculos faciales con cada beso. ¡Podríamos considerarlo como una rutina de ejercicio!

2. En tus labios. Alrededor de los labios tenemos múltiples terminaciones nerviosas y receptores que llevan información de nuestra pareja besada. Temperatura corporal, el sistema inmune y tono muscular son algunos de los datos que se transmiten nuestros sistemas al besarnos, digamos que un beso es el primer filtro para evaluar al chico. 

 

3. En tu lengua. Con un beso francés se intercambia saliva la cual contiene testosterona y por ende se activa la receptividad sexual de la pareja. Aunque también debes saber que con estos besos de lengüita pueden intercambiarse más de un millón de bacterias, tranquila, hasta el momento resultan inofensivas. 

 

¿Por qué besamos con los ojos cerrados?

 

4. En tu cerebro. Cuando nuestro cerebro ya ha decidido si nos gusta el chico que besamos, se liberan cuatro neurotransmisores principales: dopamina, serotonina, epinefrina y oxitocina que hacen que sintamos placer, felicidad y algo de apego. También, durante los besos húmedos, se segrega óxido nítrico, responsable de aumentar el flujo sanguíneo y claro responsable de las erecciones masculinas, y fenitelamina encargada de aumentar el placer. 

5. En tu estado de ánimo. Los besos pueden lograr que nos sintamos felices casi de inmediato y ayudar a reducir la tensión. El estrés se va y llega una sensación de bienestar. 

¿Se te antoja un besito?