6 regalos que una curvy NO quiere recibir en Navidad

A estas alturas ya todos estamos planeando los regalos de Navidad. Cuando eres curvy sabes que eso implica recibir algunas cosas que no vienen al caso. Muchos tienen la consideración de preguntar qué obsequio te gustaría, otros solo se aventuran a darte lo que creen que estaría bien. Para que mandes las (in)directas pertinentes, aquí va una lista de esos presentes que probablemente no te van a encantar.

En pleno auge del movimiento Body Positive parece impensable que aún existan personas que eligen regalos basándose en la talla o peso de alguien, ¡pero sí pasa!

 

La mayoría lo hace con las mejores intenciones, creyendo que te están haciendo un bien. Sin embargo, los siguientes regalos pueden resultar ofensivos, hirientes o, en el mejor de los casos, inútiles.

Lo único que puede convertirlos en una buena idea es que tú lo hayas pedido específicamente. De lo contrario, es mejor que se abstengan y te den una linda tarjeta con saldo para tu tienda favorita.  

Toma nota y pasa el dato:

1. Membresía para el gimnasio

Uno de los propósitos más típicos para el Año Nuevo es bajar de peso o hacer más ejercicio. Quizá lo tengas en mente, pero es un paso que debes dar tú misma y no porque alguien ya te inscribió en el gym.

Esto también aplica a cualquier aparato para hacer ejercicio en casa: pesas, ligas o una enorme máquina para “hacer abdominales sin esfuerzo”, porque obvio funcionan de maravilla (spoiler: no sirven para nada).  

2. Suplementos alimenticios o remedios milagro

De pronto tu mamá o tu tía se topan con unas pastillitas milagrosas que prometen hacerte bajar 10 kilos en una semana ¡y se les hace cool regalártelas! Primero, se les olvida que es súper peligroso consumir cualquier fármaco sin supervisión médica, incluso si está hecho “con ingredientes naturales”; y segundo ¡tampoco sirven! O sea, puedes terminar en el hospital y el único peso que vas a perder será el de algún órgano que el cirujano tenga que quitarte.

 

 

3. Libros de “cocina saludable” (o sea, de dietas)

Es una forma cero sutil de decirte que deberías comer mejor para adelgazar. Todas, curvys o no, estamos conscientes de que lo mejor es una alimentación sana. Pero que te lo recuerden justo durante la cena más deliciosa y atascada del año es bastante incómodo.

4. Una báscula

Ya sea para pesar las porciones de comida o para estar más consciente de tus kilos, es pésima idea. Gracias, pero no gracias.

5. Libros de autoayuda

Obvio como tienes kilos extra tus emociones, tu autoestima y tu vida en general son un desastre. Por eso necesitas leer 475 páginas para recordar que eres una persona valiosa “a pesar de estar gordita”. ¡Oye, quizá eso te anime a hacer un cambio radical como en ‘Betty La Fea’! ¿Se entendió el sarcasmo?

 

6. Ropa de cualquier tipo

Este es el regalo más peligroso que le pueden dar a una mujer, sin importar el tamaño de sus curvas. La gente casi nunca le atina al gusto de la persona o su estilo, ¡y menos a la talla!

Con las chicas plus size esto es especialmente delicado, pues aunque encuentren la talla correcta, es muy probable que no tenga el fit para tu silueta específica. Por algo pasamos tanto tiempo en los probadores: nos cuesta mucho trabajo encontrar prendas que se ajusten a nuestro tipo de cuerpo, y a la forma y textura de nuestras curvas.

Esto aplica para todo tipo de ropa, pero aún más para la lencería, pantalones, faldas y vestidos. Por supuesto, las fajas o cualquier “prenda de control” están vetadas, ¡vetadas!

Si comprar ropa es un reto, que te regalen algo que te quede bien es casi misión imposible. Mejor que no se arriesguen.  

Por otro lado, los accesorios como bolsos, sombreros y bisutería son muy aceptables, solo checa estos tips para elegir joyería que combine con tus curvas.

Mira también: Respuestas ingeniosas para preguntas incómodas cuando eres curvy

Hay millones de regalos totalmente hermosos que te pueden hacer feliz, las personas a tu alrededor solo deben evitar estos cinco, ¿es mucho pedir?

¿Qué otros regalos no te gustaría recibir esta Navidad solo por ser curvy? ¡Cuéntanos!

 

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