Durante las vacaciones, la playa y la alberca se convierten en nuestros lugares favoritos para pasar un buen rato, pero si no tomamos precauciones podemos adquirir una (o más) de las 4 grandes infecciones que ahí proliferan.

Foto: Shutterstock

La combinación de calor y humedad hacen que estos lugares sean el ambiente propicio para bacterias y hongos, así que conviene estar atentas y saber lo que nos puede pasar si no tenemos cuidado. 

Toma nota: 

1. Infecciones en la piel

La piel es uno de los puntos más delicados de nuestro cuerpo, ya que está en contacto con todo y pueden aparecer infecciones como granuloma o pie de atleta. En las piscinas, un exceso de cloro puede producir irritaciones en piel y ojos, mientras que un nivel bajo puede hacer que crezcan gérmenes en el agua, sin mencionar los que puede haber en el suelo y la arena. Para evitarlas, dúchate antes y después de cada chapuzón, sécate bien los pies (especialmente entre los dedos), y usa sandalias abiertas que dejen respirar a tus pies. También es importante no compartir toallas ni bañadores, ni llevar demasiado tiempo un traje de baño mojado.

2. Infecciones en los ojos

Debes tomar en cuenta que tanto el cloro como la sal provocan irritación, enrojecimiento y resequedad en los ojos. Una de las infecciones más comunes en los ojos es la conjuntivitis, una inflamación de las membranas que recubren la superficie interna de los párpados y la superficie anterior de la córnea. Para evitarla, lo mejor es proteger los ojos con gafas de agua (goggles) para evitar el contacto con sustancias irritantes. No se recomienda usar lentes de contacto en la playa o la alberca, porque el contacto directo con la córnea puede favorecer el contagio de infecciones por hongos y bacterias.

3. Infecciones en los oídos

Una de las infecciones más comunes es la otitis, del tipo conocido como “el mal del nadador”, que afecta al oído externo y se produce cuando estamos demasiado tiempo en el agua y no nos secamos bien. Los síntomas son dolor, molestias al masticar o bostezar, picor, sensación de taponamiento, leve pérdida de audición y percepción de humedad en el oído. Para evitarla puedes usar tapones para los oídos, pero es más efectivo secar bien los restos de agua del oído con una toalla.

4. Infecciones vaginales

Estas infecciones son provocadas por las bacterias y hongos que se encuentran en ambientes húmedos y calurosos, y se potencian con los cambios en el pH en la zona íntima. Los principales síntomas son picores, escozor o irritación. Puedes prevenirlas con detalles tan sencillos como usar bañadores de algodón, sentarte siempre sobre una toalla, no dejarte el traje de baño mojado más de media hora, lavar la zona con jabón íntimo neutro, entre otras medidas que puedes checar aquí. 

Alimentos que pueden ayudar a prevenir infecciones vaginales

Que tus vacaciones no se conviertan en una pesadilla, ¡cuídate!

 

Con información de ElDiario.es.

 

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