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Así es la vida de un nómada digital, ¿te atreves?

Así es la vida de un nómada digital, ¿te atreves?

Sería lo más cool que nos podría pasar.

02/02/2017 | Autor: Mairem Del Río
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La definición más simple de un nómada digital es: alguien que viaja por el mundo mientras trabaja aprovechando las ventajas de las nuevas tecnologías. Una vida ideal para muchos, sin embargo conseguirlo requiere de mucha planeación y perseverancia.

 

Hace unos años la idea de trabajar fuera de una oficina era inconcebible, a menos que fueras vendedor de puerta en puerta o agente de viajes. Sin embargo, gracias a las herramientas digitales que tenemos a nuestra disposición, ya no hay casi nada que te lo impida, a menos que tu presencia sea indispensable en la oficina o que la empresa quiera tenerte ahí aunque no sea necesario. Estamos en un momento perfecto para ir a cualquier parte y seguir ganando dinero a través de nuestra lap top o smartphone.

 

Ser un nómada digital implica no tener un hogar fijo a largo plazo, vivir “en el camino” un buen tiempo y disfrutar las maravillas del mundo mientras organizas tus tiempos para tener una actividad productiva que te permita vivir así.

 

 

 

Antes de lanzarte a la aventura, hay varios puntos que debes tener claros:

 

1. No todas las profesiones funcionan para la vida nómada

 

Quienes se dedican a las áreas creativas como arte, fotografía, periodismo, letras o diseño tienen más posibilidades de llevar una vida nómada que, por ejemplo, médicos, contadores y abogados. Sin embargo, todo es posible con un poco de creatividad. Quizá puedas aventarte una temporada larga de varias estancias cortas en distintos países, muchos lugares hacen intercambios de profesionistas en diferentes campos, sólo es cuestión de investigar. Es muy común que tatuadores, cirujanos plásticos, fotógrafos o estilistas de renombre anuncien en sus redes sociales que van a viajar a cierto lugar y comiencen a hacer citas, así tienen trabajo antes de llegar a un destino.

 

2. No estás siempre de vacaciones ni turisteando.

 

Ser nómada digital sí implica estar siempre de viaje, pero también trabajar duro. Aunque te visualices pasando cada día en escenarios paradisíacos, relajándote y conviviendo con la gente local, también habrá días enteros que no salgas de tu habitación porque tienes trabajo que entregar, y pocos toman esto en cuenta.

 

3. Elegirás el destino por comodidad más que por placer.

 

Cuando vamos de vacaciones elegimos un sitio al que deseamos ir y reservamos todo. Pero si queremos estar una buena temporada en un lugar tenemos que pensar en las facilidades que nos da para trabajar y permanecer, o en el costo de la vida ahí. De pronto tu itinerario estará sujeto a los vuelos con descuento, ofertas de trabajo y hospedajes accesibles que tengan los recursos necesarios para seguir trabajando: WiFi veloz, espacio para cocinar o lavar la ropa, transporte público cercano, etc. En resumen, cada viaje será como elegir departamento para mudarte.

 

 

 

 

4. Los gastos cambian y te tienes que adaptar

 

Tu presupuesto dejará de ser para renta, gas, luz y gasolina, en cambio gastarás más en transporte, hospedaje, actividades y comida. Tendrás que cocinar, limpiar y ser más disciplinado con tu tiempo y tu dinero, y quizá hasta debas aprender a manejar en el asiento derecho del auto. Habrá lugares más caros que otros y tendrás que buscar más ingresos o privarte de algunos placeres. En otras ocasiones harás amigos que te darán hospedaje o te conseguirán descuentos, ¡todo puede pasar!

 

6. La flexibilidad es vital

 

Volverse nómada digital en un mundo que valora tanto la estabilidad implica poner a prueba muchos esquemas, doblarlos e incluso romperlos. No es sólo la idea de no tener una residencia fija, también es adaptarte a diferentes espacios y personas, o no poder comprar cosas lindas porque no puedes llevarlas contigo al siguiente destino. Además, deberás hacerte a la idea de vivir al día sin un sueldo seguro y constante, y estar preparado para que todo cambie de un día para otro.

 

7. La vida seguirá sin ti

Debes aceptar que te perderás de muchos eventos importantes con tu familia y amigos: bodas, nacimientos, cumpleaños, navidades, etc. Y la posibilidad de que un ser querido muera mientras estás al otro lado del mundo siempre está ahí. Al regresar, todo tu mundo habrá cambiado, y tú también, lo que genera una sensación de “no pertenecer” que te orillará a adaptarte a esta nueva vida… o a irte de nuevo.

 

 

 

 

 

Si de verdad deseas convertirte en un nómada digital, sólo es cuestión de echarle creatividad al asunto para encontrar formas de financiar la aventura, ahorrar lo suficiente para mantenerte mientras generas ingresos y planear muy bien la travesía, ¿te atreves?

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