Como tú, en cuanto tu perro entra en contacto con cosas de la calle está expuesto a mil bacterias y microbios entre tantas otras cosas. Una de estas cosas es la rabia, quizá el virus más conocido.

La rabia se contagia por una mordedura o un arañazo de un animal infectado a otro no infectado e incluso ¡tú también te puedes contagiar! El virus es terrible, tu mascota puede presentar la enfermedad en dos etapas:

-Furiosa (clásica)
En esta etapa la conducta de tu mascota se nota rara. Sonidos extraños, mirada desencajada con pupilas dilatadas, pelos erizados en el lomo, excitación y agresividad marcada. El animal ataca y muerde todo a su alrededor para eventualmente escapar de su hogar sin rumbo con movimientos torpes. Le costará trabajo tragar saliva, que en esta etapa ya tiene una apariencia espumosa, causando que se acumule en su boca y babee mucho.

-Muda (paralítica)
La segunda etapa es cuando los movimientos del animal se van entorpeciendo cada vez más ya que el virus se encarga de inflamar el cerebro y la médula espinal progresivamente. Tal vez el peludo no demuestre signos agresivos y solamente se quede en la etapa “muda,” de ser así, notarás al animal muy quieto y retraído con una mirada nublada. La parálisis gradual hará que su boca no se pueda cerrar y que la saliva escurra libremente y la lengua quede afuera o se ahogue más fácilmente con su propia saliva (bajo ninguna circunstancia debes meterle la mano para tratar de ayudarlo ya que esto te expone a ti.

Cualquiera de estos signos que se presenten duran entre 3 y 5 días y terminan en la muerte del animal.

La rabia es algo sumamente feo que puede sufrir una criatura. Lo bueno es que esta enfermedad es muy fácilmente prevenida. La mejor manera de jamás exponer a tu animalito (ni a ti mismo) a la rabia es con una vacuna. Tu veterinario tiene que ser la persona que recomiende un esquema de vacunación adecuado para tu peludo, además de esto te sugerimos jamás exponer a tu peludo a convivir con animales salvajes.

Ante la mordedura (a ti o a tu mascota) de un animal es sumamente importante lavar con agua y jabón inmediatamente la herida y acudir a un veterinario lo más pronto posible. Trata de fijarte bien en el animal para que después de acudir al especialista llames a un control antirrábico y te asesoren más.

¡Recuerda! No dejes a tu peludo expuesto. Siempre tenlo vacunado y vigilado.

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