Veintitantos

Querido Melchor, Gaspar y Baltasar, espero no se asusten por el título de mi carta. No es que esté interesada en ustedes de otra forma que no sea fraternal. Sé que ya estoy grandecita, pero cómo no escribir para que tres hombres vengan a mi casa por la noche a dejarme regalos. Espero hagan caso a esta pequeña carta, juro que no se van a arrepentir en caso de que decidan venir. 

Mi madre me dice que debo tener un esposo, una familia, una casa, un trabajo, etc… pero yo no quiero nada de eso, (no por el momento).  Yo quiero disfrutar de mi libertad, de mi independencia, de mi autosuficiencia, de mi cuerpo. Ese es el motivo por el cual les escribo. 

Para este seis de enero, les voy a pedir, sí juguetes, pero juguetes a la altura de una chica de mi edad. Y adelanto, no es que no me guste la compañía de un hombre, o de varios... Es sólo que a veces disfruto más de mi compañía cuando estoy en cama sin poder dormir por la madrugada. Así que por favor, sean buenos conmigo.

Lista de regalos: 

Primero, para esas noches de insomnio, te quiero pedir un vibrador. A veces masturbarse de la misma manera todos los días es aburrido. Necesito algo distinto, ahora sí que, algo que me haga vibrar (literal).

Segundo. A veces no sólo quiero vibrar, también me quiero estremecer. Por esa razón les encargo un dildo, el tamaño se los dejo a ustedes (el tamaño que crean conveniente es bueno y suficiente para mí. Me gustará pensar que ustedes lo eligieron personalmente mientras lo uso).  

Tercero y último. No soy tan egoísta, no sólo pienso en mí. Me gustan mis hombres así como yo, perversos. Es por eso que te pido un arnés. Me gusta que mis hombres sientan lo mismo que me hacen. Además, ¿de qué otra manera podría estimular su punto G si no es de ésta? 

 

Los espero despierta esta noche. 

Con amor, Señorita Mandarina. 

xxx