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Revista Veintitantos

A veces hay que rendirse y dejarse llevar: Miguel Ángel Silvestre

"Yo nunca pensé si mi personaje era homosexual o no", nos reveló.

Entrevista con Miguel Ángel Silvestre
Columbia Pictures
17/02/2019 | Autor: Mariana Mijares
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Este fin de semana se estrenó La boda de mi mejor amigo, adaptación mexicana del clásico de Julia Roberts en 1997. Y para que sepas aún más de esta película, te dejamos nuestra entrevista con el talentoso Miguel Ángel Silvestre.

Miguel, ¿qué significa México para ti?
— Un lugar del que estoy recibiendo muchísimo cariño y de una manera sorprendente. Recuerdo la primera vez que lo empecé a notar, fue porque Velvet estaba funcionando y vine a México y empecé a notar ese cariño de la gente. Me llamó la atención que habían visto la serie con tanto amor. Son como pequeñas sorpresas que te llevas. Nunca tuvimos la pretensión de exportar Velvet fuera y yo creo que el impulso de México hizo que la serie viajara a lugares recónditos.
Y mucho agradecimiento, eso es lo que siento ahora mientras te lo estoy diciendo, porque me está dando muchas oportunidades; entre ellas, poder hacer esta película.

 
 
 
 

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En ese momento, en el que estabas en Velvet, ¿te imaginaste trabajando en México?
— No. Era algo que anhelaba cuando a la serie le estaba yendo bien; le dije a mi representante: ‘ojalá nos llegue alguna propuesta interesante para poder estar ahí, y también para poder conocer el país’. Había venido con Sense8, a trabajar de manera muy rápida, y lo que yo quería era poder vivir aquí una temporada; de hecho, tengo muchas ganas de poder tener un trabajo, una serie, o algo por lo que pueda quedarme aquí 6 meses.

¿Considerarías hacer una telenovela? Por lo general son proyectos largos...
— Nunca lo había valorado, nunca había pensado lo de la telenovela, pero si el guion es bueno…

 
 
 
 

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Hablando ahora de La Boda de Mi Mejor Amigo, ¿cuál fue tú relación con la película original, te gustaba?
— Es una película que llega a España todas las navidades. Una película que ves en familia y que en España adoramos; yo por lo menos la adoro. Es una película redonda; entonces le tenía muchísimo cariño, tanto yo como mi madre. A mi madre le hacía mucha ilusión que yo hiciera esta película.
En este proyecto me gustaba mucho la visión del director, y de los productores, de respetar, y con la admiración que le tenemos a la original; pero también intentar darle como un lado latino, un punto de vista latino.

¿Cuál fue tu experiencia en la filmación?
— Para mí fue un placer poder hacer la película; estar viviendo en CDMX, y en Guadalajara, y haciendo un personaje que me gusta tanto.

 
 
 
 

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¿Qué diferencia tiene tu personaje del que interpretó Rupert Everett?
— Una de las cosas que yo le decía al director, es que Rupert es británico y maneja una comedia muy cínica; muy particular de los británicos. Yo le dije que creía que debíamos encaminarlo por otro lado, y él la verdad tenía ideas muy buenas. Nos dejábamos llevar, y yo me dejaba llevar. Cuando la vi terminada me gustó mucho; la disfruté, me reí y me la pasé muy bien.
En la película, mi personaje está enamorado de ella, aunque sea gay le parece una mujer preciosa. Yo le decía mucho al director -en la escena en la que estamos cenando y cuando finjo que soy su prometido-, que tenía que George tenía presente intentar demostrarle a Manu, al chico que a ella le gusta, decirle: ‘Tío, ¿de verdad te vas a perder a esta mujer que tiene tantas cosas interesantes?, Porque a lo mejor no es perfecta; pero que cuando tú te enamoras de una mujer, piensas que lo es…

¿Cuál fue tu parte favorita?
— Hay un momento en la película, un atardecer, donde los dos personajes protagonistas (Julia y Manu) tienen un momentito; él le canta una canción. Me pareció que era un momento precioso. El compositor, el director, y el sol que estaba haciendo en el atardecer, hicieron un trabajo exquisito. Sucede algo mágico en esa escena, y creo que la gente va a decir: ‘wow’.

 
 
 
 

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¿Cómo abordaste este personaje para no caer en los típicos estereotipos?
— La palabra ‘homosexual’ es una etiqueta; pero no, yo nunca pensé si este personaje era homosexual o no; digo, le gustan los hombres, sí, pero ¿en qué cambia eso en una personalidad? En el guion siempre está todo; si tienes una voz más aguda o no, y el director también te da indicaciones. Ya lo verán, pero creo que la comedia es muy espontánea y muy actual. Todos los personajes existen en la vida real.

Hablando justamente de personajes, y situaciones de la vida real, ¿de qué manera se puede identificar la gente que ha estado enamorada de un amigo?
— Creo que en lo que te identificas es caer en cuenta que a veces te tienes que rendir. Hay cosas que no puedes controlar; y si te rindes y te dejas llevar, pues te llevas de repente sorpresas bonitas. Yo creo que una de las sorpresas bonitas que se lleva Julia, es entender que el amor de una amistad es igual de fuerte que el amor hacia tu enamorado.

 
 
 
 

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¿Cómo fue trabajar con Ana, con quien estás la mayor parte de la película?
— Pues es una mujer muy feliz, muy linda, muy relajada, es muy fácil trabajar con ella. Nosotros teníamos que mostrar la relación de dos amigos que se quieren con locura, pero que no se desean; y bueno, se dan sus besitos y tal, pero lo hacen desde un lugar de cariño.

Y finalmente, ¿por qué te gustaría que las personas que, como tú, aman la película original, se dieran ahora la oportunidad de ver esta nueva versión de La boda de mi mejor amigo?
— Creo que es una película diferente, con energía distinta y otros actores, pero respetando y admirando un guion que es muy divertido y que funciona muy bien, donde todos nos identificamos.
Es una película preciosa para ir a divertirse, pasársela bien o ligarte a la chica, o al chico, de la silla de al lado en el cine. O ir con tu chica o tu chico y disfrutar de las palomitas y de la bonita experiencia que es entrar en el cine; desconectarte del móvil, y de todo, y pasar un buen rato con personajes que te van a alegrar un poquito la vida…

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