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¿Por qué nos aferramos a un amor imposible?

¿Por qué nos aferramos a un amor imposible?

Quizá ese galán de portada es sólo un reflejo de lo que tú quieres ser y no hay nada de amor en ello.

29/11/2017 | Autor: Víctor Salazar
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¿Cuántas veces te han roto el corazón los amores no correspondidos? Y no estamos hablando de los amores ‘platónicos’, aquellos que sólo viven en tu imaginación o en tus fantasías, sino de personas reales que por alguna razón no son receptivos a tus encantos.

Quizá fue el chico más popular de la escuela, un hombre mayor, con pareja, alguien del trabajo u otra situación que se puede volver hasta cierto punto incómoda, pues el hecho de que no corresponda a tus miradas también puede afectar el entorno en el que se encuentren.

 

Bien dicen que cuando se trata de un amor prohibido, lo hace más excitante, le da un toque de aventura y hasta se puede convertir en un reto o capricho, pero ¿vale la pena el desgaste, cada moneda invertida o convertir en un torbellino el lugar donde se encuentren?

También dicen que cuando se trata de un amor imposible, la esperanza es lo primero que debe morir, pues para entender lo prohibido o lo imposible también depende el contexto social, la censura y tu escala de valores, ¿es correcto o incorrecto?

Generalmente, los amores imposibles (o quienes lo representan) cumplen con todas las características que uniste de otras personas: el físico de tal, el rostro se parece a, etc, así como de los otros que lo rodean, ya que frecuentemente ellos funcionan como el imán hacia esos círculos donde inconscientemente deseas pertenecer.

 

 

 

Debes tomar conciencia si ese amor imposible también es el escape de tu realidad o de querer romper tus propios patrones, y esto generalmente se acompaña de la pregunta ¿por qué no tengo un novio así? o ¿por qué -precisamente- él no es mi novio? 

Al no encontrar la respuesta o la posibilidad de acercarte a ese objetivo, viene la frustración, depresión y desconfianza en ti misma, piensas que no eres lo suficiente para que él te voltee a ver, pero ¿qué crees? Hay alguien que te está observando mientras pierdes tu tiempo viendo a ese galanazo de portada.

 

 

Al igual que el amor, tendemos a idealizar a una persona sin errores, sin defectos, cien por ciento entregado a ti, y lo ponemos en la piel de alguien que ante nuestros ojos parece “perfecto”, pero la realidad es muy distante de nuestros ideales, y no es que no se puedan alcanzar, es que simplemente hay que ser realistas de lo que buscamos y también de lo que ofrecemos.

 

 

También: El amor, entre la expectativa y la realidad

 

Valora si este amor imposible es sólo una forma de demostrarte a ti o a los demás que eres más de lo que crees o de lo que tienes ganas de vivir, no sólo se trata de ponerle una cara bonita a tu pareja, también se trata de encontrar a alguien que tenga los mismos intereses que tú

Eso sí, jamás intentes hacer cosas sólo por atraer la atención de alguien más, hazlo porque tu así lo deseas.

Si el universo “conspira” para que ese amor también voltee a verte, entonces entraran a la siguiente etapa que suele ser la definitiva para formalizar una relación: conocerse, tal como son.

 

 

Quizá ese chico por el que “sufriste” tanto tiempo no sabe conjugar un verbo y te diste cuenta el tiempo que desperdiciaste en llamar su atención. Lo que en realidad deberías hacer desde el primer momento que lo viste es valorar si los intereses de él coinciden con los tuyos, si milagrosamente sucede, date la oportunidad (porque sólo llegan una vez en la vida), pero si no hay nada común sigue tu camino.

Además, recuerda que la popularidad también puede convertirlos en personas deshonestas, porque con tantas mujeres tras él ¿por qué aferrarse a solo una? O sea, tú. 

 

 

Si te conviertes en la reina de su corazón, te aplaudimos desde aquí. Pero si no le ves futuro, déjalo como en el inicio: imposible. Y como es imposible, dale la vuelta a la página y enfócate en ser la mejor versión de ti misma, quizá tu seas el imposible de alguien o encuentres el amor en la esquina y tú ni siquiera lo esperabas.

 

 

 

 

 

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