Veintitantos

Todas las mujeres nos obsesionamos un poco con ser perfectas en todos los aspectos hasta el punto de terminar acomplejadas. Ser “la mujer ideal” de un hombre es todo un tema para muchas chicas.

 

Lo que no saben es que lo que ellas consideran “defectos” físicos o emocionales, pueden ser su rasgo más atractivo, aquí algunos ejemplos:

 

1. Timidez

Muchas mujeres introvertidas pasan la vida tratando de cambiar, de ser más sociables y abiertas, porque se creen que nunca encontrarán pareja y terminarán solas y llenas de gatos. En realidad los hombres sienten mucha ternura cuando una chica se sonroja o se pone nerviosa cuando un chico se acerca, y además activan el instinto protector masculino. Sin mencionar que, cuando logran que esa chica supere su timidez para estar con ellos, se vuelven locos de felicidad.

 

2. Torpeza

Piensa en Jennifer Lawrence, Zoey Deschanel, Cameron Díaz o Emma Stone, su característica más atractiva es ser goofy o torpes. No quiere decir que a un chico le encante que te tropieces o le tires el café caliente encima, pero esas pequeñas “fallas” les resultan encantadoras. Equivocarte al hablar, las bromas bobas o la falta de habilidad en algunas áreas, son detalles que ellos encuentran adorables.

 

3. Curvas

Aunque muchas personas crean que estar delgada es sinónimo de perfección, la verdad es que las curvas son un imán de chicos. Obvio hay miles de chicas súper delgadas que son extremadamente atractivas, pero las curvy lo son aún más para la mayoría de los hombres, no sólo porque es una silueta más “real”, también por razones biológicas: una mujer con caderas anchas es sinónimo de fertilidad.

 

4. Pecas y lunares

A la mayoría de las mujeres no les gusta tener pecas o lunares en sitios inconvenientes, ya que están casadas con la idea de una piel lisa y perfecta. Sin embargo, cuando no tienen maquillaje, esas manchitas les resultan irresistibles, así como ir descubriendo poco a poco todos tus lunares.

 

5. Cabellera salvaje

Llevar con orgullo el messy hair les envía el mensaje de que eres relajada, tranquila y que no te estresas por ser perfecta. Es casi una promesa de citas espontáneas y noches salvajes, pues no estarás pendiente todo el tiempo de que se te desacomode el peinado.