Por Lilith Ameretat
DESEO…
EROTISMO…
AMOR…
SEXO…
Uff! por convicción y con todo mi corazón 'deseo' que haya luz, amor y paz en los corazones de todo el mundo. Pero tengo, por supuesto, otros deseos, de esos que me ponen las mejillas rosas, los ojos de ensueño y de los que aunque, me tome un vaso con agua helada, no me borra, ni me nubla lo que tengo en la imaginación hasta que llegan sus manos, que me hacen temblar y me ponen la piel chinita sólo de pensar dónde y cómo me van a tocar…
El deseo, queridas, queridos míos, es precisamente eso, eso que queremos que ¡pase ya! ¡Qué se haga realidad! El erotismo, que es el tema de 'La novela de violeta' de Alejandro Dumas, es el conjunto de sucesos, sentimientos y procesos que nos hacen llegar a un estado mental en que todos nuestros sentidos se mezclan, con el propósito de obtener un mayor placer físico, cuando estamos con nuestra pareja y todas estas emociones nos hacen experimentar el éxtasis.
¿Por qué leerla?
“La novela no está hecha para chicas jóvenes, lectores pudibundos, lectoras timoratas que temen llamar a las cosas por su nombre: absténganse, no escribo para ustedes. Únicamente aquellos que comprendieron, amaron y practicaron la maravillosa ciencia que lleva por nombre voluptuosidad, prosigan la lectura.”
Justo, así, con este párrafo, comienza el prólogo del libro, y es que 'La novela de Violeta' es un cuento eufórico, erótico, de amor carnal, de amor pasional, de esos amores que definitivamente, te arrancan la vida…
Con el nombre de la dama en cuestión como título, Alejandro Dumas nos entrega, una novela que desde el principio nos hace estremecer y sentir, Violeta con su inocencia y voluptuosidad (creo que es la primera Lolita), quien llega a la vida de nuestro narrador cuando él tenía 30 años de edad y estaba cansado de su amante en turno, desde que entra a su vida lo vuelve loco, dice : “Un temblor había recorrido mis venas al notar ese leve contacto”, “Hay mujeres que recibieron de la naturaleza ese don fascinante de despertar la sensualidad al más leve roce”. Y ella entra así con estruendo, al tocar en su puerta por la tarde, justo a las 2, cuando acababa de escucharse el sonido de las campanas del reloj de una iglesia, no muy lejana, entra a la vida de este personaje, huyendo de otro hombre, quien quiere abusar de ella, robarle su inocencia, sin imaginar que a donde llega, la inocencia que tiene, quedará en el pasado y es donde aprenderá mucho más sobre los placeres carnales.
Envuelta entre dos amores, la aventura y el estudio de las delicias del amor, esa aventura se convierte en un trío amoroso, cuando la vuelve a encontrar la Condesa, una maravillosa mujer, viuda, joven, con unas ganas de conocer íntimamente a Violeta y que sólo ella sabe lo que siente al verla...
El idilio de amor dura varios años, y después… después… todo es triste, ¡pero no les voy a contar porque para que la lean!
¿Por qué leer a Alejandro Dumas?
Es una novela que no tiene nada que ver con el género del escritor, es algo clandestino, demasiado fresco para él, algo indebido para su época. Porque sé delata desde su introducción diciendo; “Debo confesar a mis futuros lectores que fui, en el curso de mis encarnaciones terrestres, un gran pecador a los ojos del Eterno. A través de las sombras que mi memoria evoca con el más grande regocijo, pululan siluetas femeninas. La que hoy reanima mis sensaciones adormecidas tenía en la Tierra el eufórico nombre de Violeta. A su lado conocí los encantos de ese paraíso prometido por Mahoma y sus fervientes discípulos: cuando murió la lloré desconsoladamente. Hoy ya nadie se acuerda de quien se ocultaba detrás de tan gracioso seudónimo. ¡Ahora puedo escribir libremente su historia, la historia de nuestros amores ¡Violeta no tuvo otros!
Dumas es uno de los mejores escritores del siglo pasado, su primera obra teatral famosa fue 'Enrique III y su corte' (1829) y de ahí diferentes obras hasta el que sería su más importante y reconocida después de 'Los tres mosqueteros' (1844), llegó 'El Conde de Montecristo' (otra novela que a mí en lo particular me parece una maravilla).
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