Como te habrás dado cuenta, mantener relaciones con él puede ser un poco doloroso.
Algunas personas tienen la idea de que entre más grande, mejor, pero la realidad es que la fricción y la penetración puede llegar a derivar en relaciones sexuales dolorosas.
Sácale provecho a su anatomía con estas posiciones:
Autobús de dos pisos
En esta postura, tu chico se acuesta boca arriba mientras que tú haces lo mismo pero sobre él. Tú debes arquear un poco la espalda hasta recostarte sobre su pecho, apoyándote de tus codos.
Mientras mantienes tus piernas dobladas y tus pies a la altura de sus rodillas, él debe sujetarte por la cintura mientras te penetra con movimientos suaves, en esta posición cedes el papel dominante sin que él te lastime.
La carretilla
Recuerda que en tu vida sexual también debe haber algo de aventura, y esta postura es una de las propuestas que no te sorprenderán.
Empieza por acostarte boca abajo a unos centímetros del borde de la cama. Apóyate sobre tus codos y deja que él te tome de las caderas y te levante. Como puedes imaginar, tu pareja debe llevar las riendas de la situación y encargarse de la penetración y del ritmo, por ello debes asegurarte de que empiece de forma lenta y sensual. all menos hasta que se acomoden.
El mono
Una gran posición para un gran chico, a pesar de que tú vas a hacer gran parte del trabajo.
Haz que él se coloque boca arriba y acerque sus rodillas a su pecho. Entonces tú siéntate de espaldas a él sobre sus muslos y deslízate hasta que su pene esté dentro de ti. Un pequeño truco es que te apoyes en sus piernas y lo agarres de las manos o muñecas, así será más fácil para los dos.
Esta posición hará que te sientas en las nubes ya que estarás haciendo fricción en la pared de la vagina y tú vas a controlar la profundidad de la penetración. ¡Es perfecta!
Vaquerita
Tú estás sentada encima de tu chico, mirándole a la cara, lo cual te permite llevar el control y, además, te aporta una fricción inmejorable entre su miembro y tu clítoris.
Si te gusta mucho esta postura, entonces prueba arquear tu espalda hacia atrás para una sensación extra de penetración.
De cucharita
Tras unos románticos preliminares, esta puede ser la forma perfecta de alcanzar un clímax súper íntimo.
Acurrúcate de lado mientras tu chico hace lo mismo detrás de ti. Pero esta vez, en lugar de la postura habitual, envuelve sus piernas con las tuyas. De esta forma él podrá acceder a tu clítoris, con un incremento de fricción que les hará disfrutar a los dos por igual.
Ya sólo te queda hacer una cosa, ¡poner en práctica estas posiciones y disfrutar de su 'gran' aliado.
AQ