Cuando salimos de viaje regularmente comemos en restaurantes, botaneamos, bebemos excesivamente y la verdad, nos consentimos dándonos el chance de comer uno, dos, tres o hasta diez 'gustitos'. No está mal complacernos con un antojito, pero para que tus curvas no se resientan, aplica estos tips cuando andes de trotamundos.
Por Miris Guerrero
- Haz un buen desayuno, en el que integres cereales integrales, fruta, leche o yogur descremado y un huevo. Lo bueno es que estas alternativas puedes encontrarlas en los buffets del hotel y además, te ayudarán a llegar hasta el mediodía, cuando te des chance de un snack saludable.
- ¿Te vas de excursión? No olvides cargar con un tentempié por si te agarra el hambre, como: una pieza de fruta, semillas, galletas integrales, un sándwich o un yogur natural. Así no serás víctima de lo que 'encuentres en el camino', porque generalmente lo que se nos cruza es un pan o unas papitas, que sólo nos aportan carbohidratos y grasas.
- La verdad, cuando estamos de viaje, no es tan fácil controlar lo que comemos, pero hay una regla que podemos seguir: dile no a los restaurantes de comida rápida. Pues sus platillos suelen tener una gran cantidad de calorías, azúcares, grasas saturadas y harinas refinadas. Mejor sal a explorar el lugar en donde estás y aprovecha para comer en los restaurantes locales y probar los platillos típicos. Te ahorrarás una lana y de paso (si andas en México) incentivarás nuestra economía.
- En la medida de lo posible, procura alejarte del minibar que hay en tu habitación, ya que se vuelve una auténtica tentación. Si vas a salir de fiesta con tus amigas, opta por bebidas que no tienen tantas calorías, como vino blanco (70 kcal. por copa), tequila (106 kcal. por shot) o vodka (117 kcal. por shot). Prefiere el agua quina al agua mineral y aléjate de los refrescos, jugos y licores dulces.
- Carga siempre una botella con agua simple, generalmente cuando estamos de vacaciones le entramos a las bebidas dulces, como los refrescos y los jugos, mejor opta por llevar tu botellita y en los restaurantes pide agua natural. Si de plano no te gusta, agrégale unas gotitas de limón.
- ¿Estás en la playa? Éntrale con ganas a las actividades acúaticas para ponerte en mood activo o arma el partido de voley en la alberca o en la playa. Si estás en una ciudad, sal a caminar, organiza excursiones o apúntate a un pase en bici, el plus es que te divertirás muchísimo, conocerás más el lugar en donde estás y tomarás pics increíbles.
- Checa el menú del restaurante en donde estés. Si se te antojó el pollo, pide que lo asen sin aceite, en lugar de que lo frían y que te cambien las papas a la francesa (que suelen usar de guarnición) por una porción de ensalada (entre más colorida mejor). La playa nos brinda opciones muy saludables también, como los mariscos y el pescado, pide que te los cocinen a la plancha, te encantarán porque estarán súper frescos. #yummy
- ¡Aguas con los antojos! No está mal darte un gustito, pero que sea en porciones pequeñas. Por ejemplo, si mueres por ir a la mesa de postres, trata de comer sólo media ración o mejor aún, elige un cóctelito de frutas como postre, así te refrescarás y consumirás un buen shot de vitaminas.