Ser Dama de Honor no es trabajo sencillo, pedirlo mucho menos. De entrada, como amigas y mujeres, tienen que soportar el hecho de que una más vuela del nido para irse con su príncipe azul, cosa por la cual muchas se aterran y hasta se deprimen.
Así que piensa muy bien quiénes serán tus elegidas para este gran día. Recuerda que deben cumplir todas las responsabilidades como acompañarte a elegir el vestido, ir a tus pruebas de vestuario, maquillaje, peinado, zapatos. Cuidar que el novio esté concentrado y haciendo todo lo que debe hacer (en pocas palabras: que se ande derechito).
Ayudarte a elegir a los invitados, y esto es de vital importancia (recuerda que muchos nada más van por el baile y el pastel). Aguantarte en todas tus etapas en lo que llega el gran día, desde la máxima felicidad hasta pasarte el pañuelo antes de dar el primer paso en el altar.
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