Si la piel de tus labios se agrieta, sangra en las comisuras y tienes el tic de humedecerlos, seguramente presentas este problema de manera regular.
- Hidrátate. La falta de agua produce esa resequedad; cuando tu organismo carece de líquidos, se revela a través de alarmas que detonan en la piel de las manos, los pies y labios.
- Sus enemigos. Fumar en exceso, el consumo de alimentos picantes, el masticar chicle, el chupártelos constantemente, la falta de un bálsamo o un protector solar que los hidrate y cuide ante las adversidades del clima, son detonantes que provocan la irritación de los labios.
- Consume frutas y verduras. La alimentación es súper importante para evitar este inconveniente, ya que son ricas en vitaminas, sobre todo las que la piel necesita para estar sana, como la vitamina A, B, C, B2 y E.
- Cuídalos. Frota unas rodajas de pepino fresco sobre los labios, déjalos actuar de 10 a 15 minutos. Hazlo tres veces a la semana y notarás su efecto. También puedes hidratarlos aplicando unas gotitas de aceite de almendra sobre la zona afectada, donde estén las grietitas.
- Cuando te desmaquilles retira el labial con suavidad, con ayuda de una bolita de algodón empapada de aceite de coco o de oliva. Después, lávalos como el resto de la cara, con agua fría.
- Exfólialos. Prepara una mezcla de azúcar y miel y con un cepillo de dientes nuevo, haz movimientos circulares por toda el área, no te olvides de hacerlo también en el contorno de los labios. Enjuaga y listo. De esta manera retirarás la piel muerta, los sentirás más sedosos.
DARC