Sólo necesitas cambiar ciertos hábitos de tu vida para tener una mañana inolvidable.
Sabemos que después de un día lleno de trabajo, estrés, pendientes y mil cosas que hacer, lo único que quieres es dormir y despertar con mucha energía y una sensación de ligereza, así que aquí te dejamos 4 formas de conseguirlo.
Un día con mucha ligereza y actitud...
- Cena saludable. Olvídate de cenar todo lo que encuentres a tu alrededor en cuanto entres a la cocina. Es probable que llegues muy cansada y sufriendo de un hambre terrible; consumir todo lo que tienes a la vista sólo provocará que vayas a la cama con tu estómago súper cargado, tendrás un sueño muy pesado y al día siguiente sentirás que no descansaste lo suficiente. Lo ideal es que comas algún plato de cereal o un pan tostado y un yogurth.
- Apaga los aparatos electrónicos. Pues además de interferir con el descanso total, provocarán que a la mañana siguiente tu cuerpo se sienta mucho más pesado y desgastado de lo normal. Te recomendamos que apagues y desconectes todos los aparatos a excepción de los que están programados como despertador. Tu celular aléjalo lo más posible.
- Camina. Antes de ir a la cama ¡ponte en movimiento! Podrás pensar que ya lo diste todo y que el último aliento que te queda lo necesitas para ponerte la pijama y saltar a la cama; sin embargo, dar un extra siempre nos beneficiará, así que saca a pasear a tu perro, ve a comprar algo a la tienda o sube y baja por las escaleras un par de veces. Despejarás tu mente y tu estómago se sentirá mucho más relajado.
- Ve al baño. Jamás te quedes con ganas durante la noche, pues además de despertar con un dolor terrible de estómago y vejiga, puedes afectar tus órganos y sentirte mucho más pesada durante todo el día.
Despierta ligera y que nada te detenga.
AVN