Todas sin lugar a dudas hemos pasado por una situación que nos ha hecho daño y todo es mucho más doloroso cuando esa acción provino de alguien a quien queremos, es entonces cuando entramos en el dilema de si debemos perdonar o no.
Por Judith Lucio / @Judith_Lucio
El perdón es la decisión que tenemos de no sentir rencor por algo o hacía alguien, es el momento en el que decidimos liberarnos de resentimiento y renunciamos a vengarnos de la situación, sobre todo porque cargar con malos pensamientos nos enferma emocionalmente y nos vuelve personas deprimentes y grises.
Para tener una vida mucho más plena y feliz es necesario dejar ir el dolor y buena parte de ese dolor se va cuando aprendemos a perdonar. No sé si hasta hoy yo he perdonado todo lo que tengo que perdonar pero sé que cuándo lo hago debe ser de forma sincera para que funcione y me sienta más aliviada.
Para perdonar “de corazón” aplica lo siguiente
- Toma la decisión de perdonar. Recuerda que cada que perdonas te liberas de alguna clase de dolor y que mejor que lo hagas sinceramente ya que la más beneficiada serás tú.
- Analiza si estás lista para perdonar: Ten presente que perdonar no significa olvidar y tendrás que aprender a vivir con cosas que quizás te sigan pareciendo dolorosas o incorrectas.
- Acepta que te dañaron. Reconocer el daño que alguien te causo te hará darte cuenta que mereces ser tratada con mucho más respeto.
- Expresa tus sentimientos. No necesariamente tienes que enfrentarte con quien te hizo daño, bastará con que te repitas lo que ya no quieres en tu vida.
- Reconoce tu parte de culpa. Si bien no querías sufrir por algo si permitiste que alguien te dañara y eso debes perdonártelo a ti misma. Encuentra qué tanta culpa tuviste en lo sucedido.
- Deja ir el rencor y el dolor. Lo más importante de perdonar es que te des cuenta de que no es bueno cargar con ningún dolor y resentimiento y lo mejor será aceptar lo que paso, asimilarlo y no clavarte en el asunto. Darle vuelta a la página será lo más sano.
Recuerda que cualquier perdón empieza contigo misma y no es necesario dejar de ser autentica para que la gente te respete, del mismo modo aprende a ser tolerante y a aceptar a cada persona tal cual es. Y como dice una popular y vieja frase “Ama, perdona y olvida; hoy te lo dice una amiga, mañana te lo dirá la vida”.
¿Tú, perdonas de corazón?