¡Aguas, porque sin saberlo podemos estar comprometiendo nuestra salud muy seriamente! Existen saboteadores de la salud que pueden parecer inofensivos, pero que son verdaderos factores de riesgo para tener una vida sana.
Dile adiós al cigarro y evita todas las enfermedades que provoca. Foto: Otherimages
Por Ana Shimasaki
Aquí los 4 factores más comunes que debes evitar si quieres estar saludable y feliz.
- Exceso de peso. Tratar de bajar de peso no sólo es una cuestión estética, para que te queden bien tus jeans, también se sabe que una alta cantidad de la grasa corporal dificulta el buen funcionamiento de los órganos internos. Como consecuencia del sobrepeso se pueden padecer las siguientes enfermedades: diabetes, hipertensión, ataques cardíacos, problemas óseos y articulares, apnea del sueño (dejar de respirar durante el sueño), cálculos biliares y problemas del hígado.
- Estrés. El nivel de tensión en es cada vez más alto y el exceso de estrés afecta la salud de miles de chicas. Se sabe que uno de los principales causas del estrés es el trabajo, tanto el exceso como la falta del mismo. Bajarle al estrés evitará muchas enfermedades, pues se sabe que éste está altamente relacionado con: los trastornos menstruales, problemas digestivos, problemas mentales, bajas de defensa y enfermedades coronarias, como la presión alta que causan los ataques cardiacos. Meditar, dormir 8 horas y bajarle al acelere puede hacer mucho por tu salud.
- Sexo sin protección. Aunque se sabe de todos los peligros que encierra el tener sexo sin protección, como enfermedades de transmisión sexual, lo cierto es que muchos jóvenes no se protegen. El uso del condón no debería ser negociable, pues el sexo sin protección es una forma de poner tu vida y la de tu pareja en peligro. Para evitar correr riesgos es importante que te informes y acudas mínimo una vez cada 6 meses al ginecólogo.
- Fumar. Inhalar el humo del cigarro no es tan inofensivo como se puede creer. Fumar puede acelerar la aparición de las siguientes enfermedades como: el cáncer de pulmón, labios y garganta. Problemas de colesterol, corazón, insomnio, bronquitis, enfisema, mala circulación y diabetes. Otras menos graves son: la disminución de la cantidad y calidad de la leche materna, sequedad de boca, dientes amarillos, sarro, caries, halitosis, osteoporosis y hasta la aparición de arrugas alrededor de la boca.
