Si quieres que tu rutina de belleza sea perfecta, es necesario que todo lo que uses esté siempre limpio. Una parte importantísima ¡son tus brochas! Pues en ellas se puede acumular mucha grasa y bacterias, las causantes de las terribles espinillas, así que checa cómo puedes limpiarlas.
Debes hacerlo dependiendo de la frecuencia con que las uses, pero lo más recomendable es lavarlas cada dos semanas para mantenerlas libres de gérmenes.
Manténlas alejadas de bacterias y disfruta de un cutis limpio.
- Utiliza tu shampoo. Pon un poco de él en un recipiente con agua y sumérgelas hasta la mitad, pues si lo haces por completo, podrían comenzar a despeluzare. Haz unos movimientos en forma circular dentro del tazón y sácalas. Enjuágalas con agua y ponlas en un vaso con los pelitos hacia arriba. Deja que sequen en tu baño.
- Esponjas para maquillaje. Moja tus brochas y unta en una esponjita limpia un limpiador especial que venden en las tiendas de belleza. Ve aplicándolo en todos sus pelitos. Por último enjuaga con agua y déjalas secar encima de un papel para que absorba todo el líquido.
- Spray. Igual que el producto anterior, puedes encontrarlo en una tienda donde vendan productos de belleza. Rocía directamente un poco de él en la brocha y con tus dedos talla todos lo pelitos durante 2 minutos. Enjuaga con agua y déjalas secar en un vaso.
Recuerda que las bacterias no tardan mucho tiempo en instalarse, así que dale una limpieza continua a este producto de belleza.
AVN
