¿Cuántas veces al día o a la semana sacias tus antojitos? Y así, entre las justificaciones como “uno no es nada”, “sólo por hoy”, “es poquito”, a final de mes te estás dando de topes porque no bajaste lo que habías previsto.
- Ten fuerza de voluntad. ¿Sabías que los antojos sólo duran 5 minutos? Seguramente se te hará agua la boca al ver ese cheesecake, pero ni modo, mantén tu postura y no lo comas si sabes que romperá con tu dieta. Un buen ejercicio que puedes aplicar en estos casos es, enfocar tu atención en otra cosa, por ejemplo, checa tu Instagram, llámale a una amiga para saludarla.
- Evita comer mientras ves la televisión. Cuando degustas tus alimentos mientras observas tu programa favorito aumentas las posibilidades de consumir hasta 40% más calorías, la razón es porque al estar concentrada en la TV, pierdes la noción de que ya quedaste satisfecha, entonces sigues 'picando'.
- Escucha a tu cuerpo. Deja de comer en el momento en el que te sientas satisfecha, si puedes, retírate de la mesa. Esta acción le perimitirá a tu cerebro caer en la cuenta de que no necesitas comer más, porque ya no tienes hambre.
- Bájale al alcohol. Éstas bebidas contienen muchas calorías, así las tomes con refrescos o jugos light, son uno de los grandes enemigos de las dietas. Un sólo shot tiene, en promedio, 100 calorías, así, de traguito en traguito, ¿sabes cuántas se van sumando?
- Duerme las horas que debes. Al hacerlo no sólo te sentirás con la pila alta, también te evitarás tomarte el vaso de cáfé para 'despertar' y comerte el pan de dulce para acompañarlo. La cuestión es que tú solita te programes, así no te darán ganas de comer por ansiedad.
Sigue estos consejos para que tu salud no pague las consecuencias.
DARC