Típico que aconsejamos a nuestras amigas sobre cómo afrontar los problemas en sus respectivas relaciones, pero ¡no sabemos cómo hacerlo en la propia!
Cuiden de su relación, es cosa de dos. Foto: OtherImages
A veces la convivencia puede resultar difícil, pero no es imposible, si ambos se dan el chance de aplicar estas acciones.
- Reprimir sus sentimientos. Desahogarse y olvidar, son las mejores tácticas para no acumular rencores hacia él. Si tuvo una actitud que te hizo enfadar, es necesario que se lo platiques, de otra manera no esperes que te lea la mente y descubra por sí solo que la regó. Evita los gritos y las palabras ofensivas, habla serenamente, de otra forma se pondrá a la defensiva y la situación se pondrá color de hormiga. Lo positivo de no quedarte callada, es que así él descubrirá lo que no te gusta que haga, y viceversa.
- Celos, celos, celos. Uno de los peores enemigos de toda relación. No hay más atractivo para un hombre que una chica que se sabe segura de quién es, por ello, los celos que extremos, que sobrepasan el límite de la individualidad, pueden desarrollar comportamientos violentos entre la pareja. Los celos naturales son los que son comprensibles, es decir, que son justificados, pero no sobrepasan los límites.
- Nula solidaridad. Cuando hay amor, hay interés, la carencia de éste es señal de que algo anda mal entre ustedes, ¡son un equipo! Apoyar a tu pareja en los momentos en los que él te necesita le dará fuerza, ánimo y motivación para salir avante de cualquier bronca. También es óptimo celebrar juntos los éxitos y alegrías del otro.
- Ser dependiente del otro. Adoptar los intereses de tu pareja, al punto de perder tu independencia, tu esencia personal, es un autoboicot que no debes permitir. Es saludable que mantengas tus relaciones sociales, extra de la sentimental, las conductas antisociales pueden aislarte y provocar, a la larga, problemas entre ustedes. Contempla las salidas con tus amigos como un momento de disfrute personal.
- Arraques de violencia. Agresiones físicas, emocionales, son inaceptables. Si piensas que en algún momento va a cambiar 'por el amor' que te profesa, no te dejes llevar por esta idea. Toma en cuenta que su compañía no te está generando ningún bien, y al contrario, te está generando infelicidad. Para que una persona cambie sus vicios, necesita mostrar deseos de hacerlo, pero que no sólo se queden en palabras, el compromiso debe ser total, desde su modo de actuar.
¿Cuántos de ellos has erradicado?
DR
