Un libro debería conservarse toda la vida pero, si estás a punto de tirar a la basura uno porque ya no te interesa, ¡deténte! Todavía podemos darle un mejor uso.
¿Recuerdas 'Farenheit 451'? En esa historia tan épica se quemaban todos los libros… ¡y era una pesadilla! Mientras que las razones por las que lo hacían tenían un contexto, ahora en día nadie lo hace porque conlleva mucho trabajo… pero hacen algo peor, ¡los tiran! O los rompen o los dejan olvidados en algún otro lugar sin saber que todavía pueden ser de utilidad.
- Necesitas un libro que ya no uses, una planta, cúter, tierra, pegamento y una bolsa de plástico transparente.
- Una noche antes, aplica pegamento en las 3 orillas del libro para que las páginas queden adheridas las unas con las otras; no necesitas ser precisa, este paso solamente te ayudará a cortar mejor tu libro más adelante.
- Con mucho cuidado, abre tu libro, deja unas 3 o 5 hojas sueltas y en la siguiente hoja haz un cuadrado mediano del tamaño de tu planta (entre más pequeño sea el cuadrado, la maceta se verá mucho mejor). Empieza a cortar con tu cúter haciendo presión hasta que llegues a las últimas hojas. Pon en el hoyo tu bolsa de plástico para evitar que la tierra y el agua maltraten las hojas.
- Ahora sí, coloca la tierra y tu plantita en el libro y, una vez que hayas acomodado todo perfectamente, corta con tu cúter la bolsa de plástico para que no esté visible.
Una buena opción para cuidar de tus plantas y reciclar.
- Una cabecera de libros no es barata pero tampoco necesitas muchos materiales. En primera debes conseguir varias novelas antiguas, una cabecera de madera a la medida para tu cama, clavos y un martillo.
- Empieza por medir los libros en la cabecera para acomodarlos y ver en qué posiciones los quieres y hasta qué altura te conviene. Una vez que ya tengas las medidas, empieza a clavar los libros con tus clavos y martillo en los extremos para que no llamen la atención.
Complicado pero muy artístico.
- Para este proyecto solamente necesitas hojas de libros viejos, tijeras y cinta adhesiva o diurex.
- Primero que nada debes hacer una tira de hojas y pegarlas hasta que cubran toda tu mesa; repite el proceso para tener 2 tiras y pégalas para tener una tira aún más ancha. Ya que tengas tu mantel, es hora de decorarlo con tus tijeras y tu imaginación en las orillas. Tienes la opción de hacer desde diseños complejos hasta los más sencillos y, si te sientes más atrevida, incluir otro tipo de utilería para decoración.!
Si ya se cayeron las hojas de ese libro viejo, ¡todavía puedes usarlas!
¿Cuál proytecto te gustó más?
ABS