Para mí el miedo es esa sensación de frío que me hace llorar, es un nudo en la garganta que no me deja hablar y es ese aire que encoge mis hombros y no me deja pensar.
Por Judith Lucio / @Judith_Lucio
Por definición el miedo es la sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario o bien es la perturbación angustiosa del ánimo que se siente por un riesgo y que además trae algunas consecuencias físicas cómo: incremento de la presión arterial, aceleración en el metabolismo, aumento de la glucosa, detención de las funciones no esenciales, adrenalina, tensión muscular y dilatación de las pupilas, por nombrar algunas.
Es por eso que cada que sientes miedo por algo que crees o sientes peligroso te paralizas y no sabes qué hacer; en mi experiencia, como mujeres somos los suficientemente valientes para afrontar esas horribles sensaciones (a menos que se trate de roedores o arañas, ahí no hay nada que hacer, sólo gritar) y aunque por mucho tiempo se nos llamó el sexo débil hemos demostrado con acciones que ni los más horribles miedos nos detienen.
Y es que sin demeritar el miedo de ninguna, existen temores bastante generalizados que no importa ni la edad ni la época aún nos persiguen, como el miedo a la soledad, al abandono, al desamor, a la pérdida de un ser querido, al rechazo o al fracaso; digamos que son obstáculos intangibles pero que a veces nos frenan y nos hacen encoger los hombros, muchos de ellos son creados como bien dice la definición, por el imaginario.
Lo importante es saber identificarlos y confrontarlos de manera adecuada para cada una, quizás habrá miedos que nunca se nos quiten como miedo al desamor o a la soledad porque son trances o momentos por los que no nos gusta pasar, pero seguro que si ya has estado en esas, aprendiste que son de esos miedos o males necesarios en nuestra vida que nos hacen crecer.
Las pérdidas o despedidas de seres queridos son algo que no podemos evitar pues así es la naturaleza del ser humano enfréntalo disfrutando y queriendo a esas personas para no temer su partida; con respecto al rechazo o al fracaso no se puede hacer más que cargarlos para luego botarlos porque seguro la vida nos trae algo mucho más grande a que temerle, así que vence y quítate el miedo que si has vencido el temor a usar tacones y sostén diariamente nada te detendrá por escabroso que parezca.
¿Cuál es tu mayor miedo?