Ella llegó para poner tus pies de cabeza y es que Pepita Batanero desde muy pequeña amó la costura y la innovación, que hoy la han llevado de la mano para hacer de todo: desde vestuario para teatro hasta las 'Bataneras: calzado a la carta'. Descubre a esta mujer, quien nos enseñó que para soñar no hay edad, y que para luchar por esos sueños, ¡mucho menos!
Papita Batanero, la mujer que no le tiene miedo al éxito.
Por Odeth Figueroa
¿A qué edad supiste que querías dedicarte al diseño?
"Nunca lo supe (ríe). Pero el zapato se me presentó, lo hice ya muy vieja, ahora voy a cumplir 55 y se me ocurrió hace como 6 años".
¿Antes a qué te dedicabas?
"Lo que he hecho es muchísimas cosas de diseño, desde diseñar muebles hasta vestuario para teatro y hasta diseñar una lámpara y hacer cualquier cosa. En realidad siempre me ha gustado el diseño, a pesar de que no soy diseñadora de carrera, soy filósofa".
¿Y de todo lo que has hecho, qué es lo que más te ha gustado?
"Todo me ha gustado. Realizar una idea que tienes en la cabeza con cualquier material me encanta, todo me emociona y lo único que hace la diferencia es que profesionalmente me he dedicado más que nada al diseño de ropa y ahora al zapato, porque muebles y todas las demás cosas las he hecho para mí".
Pepita desarrolló unos zapatos conocidos como alpargatas, los cuales están hechos con una suela de yute trenzado y cuya parte de arriba tiene cintas intercambiables, que se puedo combinar con cualquier ropa.
¿Cómo surgió la idea de los zapatos?
"Me surgió porque me costaba mucho trabajo conseguir unas alpargatas, a mí me gustan mucho las alpargatas españolas que las suelas son hechas con puro yute -aquí en México ya puedes encontrarlas, pero antes no- y generalmente sólo le forran la suela nada más con una trenza de yute.
"Y entonces yo dije 'como me cuesta trabajo conseguirlas, me las voy a hacer transformables para mí, y entonces me hice las mías ¡horribles!, pero me las puse. Yo siempre me pongo lo que me hago, desde la falda que me hice por primera vez a los 12 años, que me salió horrenda, hasta mis zapatitos que estaban bien feos… yo los adoro, pero estaban horribles".
¿Cómo crees que tus zapatos transmitan la esencia de lo mexicano?
"Es un zapato que podría estar en cualquier parte del mundo. Lo que yo quiero hacer es que se posicione como un zapato mexicano de innovación nacional. Por eso yo busqué nombres como 'cacle', que viene del náhuatl, y no pude registrarlo de esa manera, luego quise ponerle 'Adelitas' pero tampoco pude y le tuve que poner 'Bataneras' que es mi apellido un poco cambiado".
Creció haciendo lo que más ama.
¿Cómo definirías el éxito?
"Soy un poco rara, pero lo definiría como una satisfacción contigo misma de algo que te has propuesto".
¿En este punto de tu vida, te consideras exitosa?
"¡No! Bueno, si me baso en mi definición del éxito si lo soy, porque estoy satisfecha con lo que hago, en ese sentido si. Pero en el tradicional de ser exitosa pues no, todavía no sé, es un proceso donde uno se puede considerar exitoso cuando ha pasado mucho tiempo en un proceso, el cual está muy desarrollado y ha pasado tiempo en el desarrollo; en ese sentido 'tradicional' yo estoy en el proceso y no estoy a tiempo de decir si es exitoso o no".
¿A largo plazo qué quieres hacer?
"Ya tengo concebido todas las posibilidades a las que puede llegar el concepto y lo puedo llevar bastante lejos; en septiembre sacamos el zapato cerrado con intercambiables, luego el bajito cerrado y abierto, luego la bota y la bolsa, y todo con el mismo concepto".
¿Cómo te veías a los Veintitantos?
"Yo no tenía una meta a esa edad, estaba estudiando filosofía y desde luego mis inquietudes estaban centradas en la fotografía y la filosofía, pero yo me veía disfrutando de la vida, francamente no me planteaba que iba a diseñar nada, pero siempre supe que yo tenía una tendencia hacia el diseño, pero no me veía como diseñadora.
"A esa edad lo que quería era disfrutar de la vida y tener mis satisfacciones personales, a mis amigos a mi familia. Era la pura alegría de vivir, ni siquiera me planteaba si mis equivocaciones iban a ser costosas en diferentes sentidos, sobre todo emocionalmente, no te lo planteas. Ya a mis 55 volteas y evalúas, y la verdad es que sigo siendo feliz, alegre y no me planteaba metas… a lo mejor soy un mal consejo para las chicas (risas)".
Pepita asegura que nunca tuvo miedo de hacer nada y con el tiempo ha ido perfeccionando todo lo que hace, así que le preguntamos ¿Cuál es el mejor consejo?
"No tener miedo es el mejor consejo, o sea yo nunca tuve miedo de meterle la tijera a una tela, nunca tuve miedo en el sentido del que dirán".
¿Cuál es tu granito de arena para hacer un mundo mejor?
"Mi granito de arena empieza conmigo, es por ejemplo no caer en la corrupción; trato de ser totalmente coherente conmigo misma. También trato de educar a mi hijo con valores humanos".
Pepita concluyó pidiéndonos no tener miedo a emprender algo, ya que no necesitamos saberlo, con entrar a la acción es suficiente, y agregó que muchas de ellas costarán trabajo y la mayoría no se concretarán, pero muchas se harán realidad y es por esas por las que vale la pena todo tipo de riesgos.
