Decidida, te dispones a empezar tu dieta el lunes para que, el viernes, te vean lamentándote por tu falta de voluntad y todo el chocolate que consumiste. Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia.
¿Por qué cuesta tanto trabajo seguir una rutina alimenticia? De acuerdo a la Asociación Nacional de Pérdida de peso, la razón principal es porque se han creado dietas rígidas y estrictas que no te permiten consumir ni un gramo de carbohidratos, azúcares y grasas. No debería ser así, hacer trampa debe tolerarse e incluirse para que no las veas tan imposibles ni difíciles de lograr.
¡Qué no se vuelva una decisión difícil
- Haz un plan balanceado para la semana: Con balanceado nos referimos a incluir absolutamente todo lo que está en la categoría de alimentos saludables: frutas, vegetales, lácteos, carnes, granos y grasas. Es importante que lo hagas a la semana y que siempre agregues una pequeña trampilla para que no te sientas presionada. Esta trampa puede ser un pequeño chocolate o helado. Nada muy grande ni pesado pero que sea suficiente para satisfacer tus antojos.
- Olvida tus fracasos: El pasado está ahí para aprender de él no para que te detenga. Mejor empieza a motivarte con tus errores y analízalos; ¿en qué fallaste? ¿cómo puedes revolverlo? Empieza de nuevo porque hoy es un nuevo día y descubre formas diferentes de comer saludablemente. Recuerda, si tu salud mejora, tu aspecto y estado de ánimo lo harán también.
- Diario de comida: Es muy común que los nutriólogos y entrenadores te digan que necesitas hacer un diario de la comida que consumas. Da mucha flojera y gasta tiempo pero de verdad funciona. Así todas las noches revisarás y reflexionarás todo lo que estás comiendo. Si te das cuenta de todo lo que lograste comer y evitar. podrás motivarte y, si notaste errores, tendrás tiempo para reflexionar y ver cómo solucionarlos. El punto no es seguir una exigente lista de calorías, sino checar cuánto estás comiendo y lograr cambios.
- Alacena: Una de las partes más importantes de seguir una dieta es tener los alimentos saludables para lograrlo. Con esto en mente, es hora de que hagas una limpieza total de tu refri y alacena. Elimina todos los productos procesados y reemplázalos por frutas y verduras. Asegúrate de que todo lo que haya en tu casa sea bueno para tu salud y figura.
- Botanas: El algún momento del día querrás comer una que otra botana ¿y qué pasa cuando las combinas con antojos? Tu fuerza de voluntad se desvanecerá por completo. Para que esto no te pase, primero debes cargar con comida a todos lados. No es necesario llevar tu alacena completa en la mochila, pero un traste con fruta picada o simplemente una manzana o pera normal se encargarán de que puedas respetar tu dieta. Y no solamente frutas y verduras, también date la oportunidad de consumir almendras, pepitas, amaranto o semillas de chía que son consideradas grasas saludables.
- Celebra: Las pequeñas victorias como acabar un día sin comer ni una grasa extra son suficientes para motivarte. El punto aquí es admitir que estás haciendo un buen trabajo y que verdaderamente te está costando. Los sacrificios no son fáciles y menos cuando son sobre comida. Si has triunfado un mes con tu dieta, prémiate con una manicura, unos zapatos o yendo al cine. Así podrás valorar aún más lo que has hecho y logrado.
- Lo mereces: Entiende que un cambio en tu estilo de vida es difícil pero vale la pena. Verás tentaciones por todos lados, empezarás a darte a ti misma excusas, soñarás con tus chocolates favoritos pero, al final del camino, están tus logros y esos son los que valen tanto la pena. Piensa positivo, motívate y nunca te des por vencida.
¿Cuál ha sido la dieta que más te ha funcionado?
ABS